#: locale=es
## Tour
### Descripción
tour.description = MUDEJAR SALAMANCA
### Título
tour.name = TIERRA DE ALBA
## Skin
### Botón
Button_2D9DC56B_3E72_EA9A_41BF_1DB98B1FEC39.label = TODOS
Button_2D9DC56B_3E72_EA9A_41BF_1DB98B1FEC39_mobile.label = TODOS
Button_2F37FFB4_3E76_758E_41CC_1AF4E86EC4F6.label = Galleguillos
Button_2F37FFB4_3E76_758E_41CC_1AF4E86EC4F6_mobile.label = Galleguillos
Button_4CE9A9C2_41DB_72CD_41CD_780E3AE06BAE.label = Pedrosillo de Alba
Button_4CE9A9C2_41DB_72CD_41CD_780E3AE06BAE_mobile.label = Pedrosillo de Alba
Button_50942D17_41ED_1373_4193_FB9B8DE96E68.label = Turra de Alba
Button_50942D17_41ED_1373_4193_FB9B8DE96E68_mobile.label = Turra de Alba
Button_73FFD8FD_5D5C_1BDF_41CC_0FD91E7CD146.label = Sieteiglesias
Button_73FFD8FD_5D5C_1BDF_41CC_0FD91E7CD146_mobile.label = Sieteiglesias
Button_7DBCA382_7065_343F_41DB_48D975E3D9EC.label = PANORÁMICAS
Button_7DBCA382_7065_343F_41DB_48D975E3D9EC_mobile.label = PANORÁMICAS
Button_9E60A789_BF74_CC54_4195_FDD694FEA581.label = Peñarandilla
Button_9E60A789_BF74_CC54_4195_FDD694FEA581_mobile.label = Peñarandilla
Button_9E60A789_BF74_CC54_4195_FDD694FEA581_mobile.pressedLabel = Amenities
Button_9E61578A_BF74_CC54_41D0_C54E5933CA42.label = Coca de Alba
Button_9E61578A_BF74_CC54_41D0_C54E5933CA42_mobile.label = Coca de Alba
Button_9E61D78D_BF74_CC6C_41CD_0C36B72D93B2.label = Gajates
Button_9E61D78D_BF74_CC6C_41CD_0C36B72D93B2_mobile.label = Gajates
Button_9E674786_BF74_CC5C_41BB_6474239E3CB2.label = San Juan - Alba de Tormes
Button_9E674786_BF74_CC5C_41BB_6474239E3CB2.pressedLabel = San Juan - Alba de Tormes
Button_9E674786_BF74_CC5C_41BB_6474239E3CB2_mobile.label = San Juan - Alba de Tormes
Button_9E674786_BF74_CC5C_41BB_6474239E3CB2_mobile.pressedLabel = Reception
Button_9E67E788_BF74_CC54_41D0_56F2C1A46A69.label = Santiago - Alba de Tormes
Button_9E67E788_BF74_CC54_41D0_56F2C1A46A69_mobile.label = Santiago - Alba de Tormes
Button_F01877F7_C7BF_4BBD_41BB_741602CF73DC.label = VOLVER
Button_F01877F7_C7BF_4BBD_41BB_741602CF73DC_mobile.label = VOLVER
### Texto Multilínea
HTMLText_0071E06D_299C_2777_4150_BD19067F9406.html = San Miguel Arcángel presenta el tradicional ábside semicircular del románico-mudéjar, si bien con notables transformaciones posteriores. Por un lado, se añadió un robusto zócalo de granito que arrasó la primera de las filas de arcos ciegos (solo se salvaron dos arcos, en la parte derecha de la construcción, porque en el momento de la obra ahí había otro espacio adosado). Además, se enlucen por completo las arquerías para dotarlas de apariencia pétrea y, asimismo, sobre el primer ábside se recrece un cuerpo en ladrillo con nueve recuadros sobre el que se asienta la cubierta.
San Miguel Arcángel presenta el tradicional ábside semicircular del románico-mudéjar, si bien con notables transformaciones posteriores. Por un lado, se añadió un robusto zócalo de granito que arrasó la primera de las filas de arcos ciegos (solo se salvaron dos arcos, en la parte derecha de la construcción, porque en el momento de la obra ahí había otro espacio adosado). Además, se enlucen por completo las arquerías para dotarlas de apariencia pétrea y, asimismo, sobre el primer ábside se recrece un cuerpo en ladrillo con nueve recuadros sobre el que se asienta la cubierta.
Sacristía sobre el tramo recto
Sacristía sobre el tramo recto
Si hay un detalle verdaderamente significativo de esta iglesia es la decoración del zócalo del ramo recto del ábside. Hoy solo son visibles las del lado del pórtico. La colocación de los ladrillos en espina en torno a una circunferencia hacen pensar en una rueda y dado que la orientación del templo es hacia el Este, como es habitual, historiadores como Rafael M. López Borrego concluyen que se trata de una forma de simbolizar la iglesia como carro que lleva al fiel a Jerusalén y por tanto a la salvación
Si hay un detalle verdaderamente significativo de esta iglesia es la decoración del zócalo del ramo recto del ábside. Hoy solo son visibles las del lado del pórtico. La colocación de los ladrillos en espina en torno a una circunferencia hacen pensar en una rueda y dado que la orientación del templo es hacia el Este, como es habitual, historiadores como Rafael M. López Borrego concluyen que se trata de una forma de simbolizar la iglesia como carro que lleva al fiel a Jerusalén y por tanto a la salvación
Las ruedas hacia Jerusalén
Las ruedas hacia Jerusalén
La existencia de pórticos está vinculada a la importancia de las iglesias no solo en la vida religiosa sino en la social de sus respectivos municipios como lugar de encuentro y asamblea, por ejemplo, a la salida de los cultos. En este caso, además, nos encontramos con una peculiaridad, ya que en la reforma barroca se construyó en la zona de los pies un baptisterio aprovechando parte de la construcción del siglo XVI. Cuando fue retirado este añadido, se descubrieron en perfecto estado dos columnas de las mismas características que las seis restantes.
La existencia de pórticos está vinculada a la importancia de las iglesias no solo en la vida religiosa sino en la social de sus respectivos municipios como lugar de encuentro y asamblea, por ejemplo, a la salida de los cultos. En este caso, además, nos encontramos con una peculiaridad, ya que en la reforma barroca se construyó en la zona de los pies un baptisterio aprovechando parte de la construcción del siglo XVI. Cuando fue retirado este añadido, se descubrieron en perfecto estado dos columnas de las mismas características que las seis restantes.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Tanto interior como exteriormente, el gran protagonismo arquitectónico del templo lo ostenta ahora la capilla del Evangelio. Una recia construcción granítica cuadrangular que al exterior presenta un robusto contrafuerte y de cuyo interior destaca sobre todo la bóveda de terceletes.
Tanto interior como exteriormente, el gran protagonismo arquitectónico del templo lo ostenta ahora la capilla del Evangelio. Una recia construcción granítica cuadrangular que al exterior presenta un robusto contrafuerte y de cuyo interior destaca sobre todo la bóveda de terceletes.
Turra de Alba, en una encrucijada de caminos en el triángulo entre Alba, Macotera y Peñaranda, es una entidad local menor perteneciente a Pedrosillo de Alba. Sin embargo, esta pequeña pedanía cuenta con la joya del románico-mudéjar salmantino. San Juan es un templo de pequeñas dimensiones que corona en el siglo XIII, por su belleza formal y su equilibrio, la fase rural de este modo constructivo. Una pureza de líneas que no ha sido afortunadamente demasiado erosionada ni por el tiempo ni por los añadidos posteriores.
Turra de Alba, en una encrucijada de caminos en el triángulo entre Alba, Macotera y Peñaranda, es una entidad local menor perteneciente a Pedrosillo de Alba. Sin embargo, esta pequeña pedanía cuenta con la joya del románico-mudéjar salmantino. San Juan es un templo de pequeñas dimensiones que corona en el siglo XIII, por su belleza formal y su equilibrio, la fase rural de este modo constructivo. Una pureza de líneas que no ha sido afortunadamente demasiado erosionada ni por el tiempo ni por los añadidos posteriores.
Iglesia de San Juan - Turra de Alba
Iglesia de San Juan - Turra de Alba
El principal punto de interés del exterior de San Antonio está en el muro sur, quizá el paramento más puramente románico-mudéjar de los que se conservan en Salamanca, junto con el de Peñarandilla. Está formado por dos tramos de dos arcos doblados cada uno y en la mitad se encuentra la portada principal de acceso. El que presenta una decoración más interesante es el segundo tramo hacia el ábside. Los dos arcos doblados se separan por una pilastra que rebordea la estructura haciendo las veces de alfiz. Por encima se sitúan dos frisos de ladrillos, en esquinilla primero y luego en sardinel, y sobre ellos se encuentra el remate con cinco pequeños arcos ciegos de medio punto sobre los que se asienta la cubierta. Es el mismo esquema que se repite en el remate del tramo recto hasta el ábside, pero esta ya es una reconstrucción moderna tras el derribo de la sacristía adosada. También la portada de acceso es obra reconstruida parcialmente de forma posterior.
El principal punto de interés del exterior de San Antonio está en el muro sur, quizá el paramento más puramente románico-mudéjar de los que se conservan en Salamanca, junto con el de Peñarandilla. Está formado por dos tramos de dos arcos doblados cada uno y en la mitad se encuentra la portada principal de acceso. El que presenta una decoración más interesante es el segundo tramo hacia el ábside. Los dos arcos doblados se separan por una pilastra que rebordea la estructura haciendo las veces de alfiz. Por encima se sitúan dos frisos de ladrillos, en esquinilla primero y luego en sardinel, y sobre ellos se encuentra el remate con cinco pequeños arcos ciegos de medio punto sobre los que se asienta la cubierta. Es el mismo esquema que se repite en el remate del tramo recto hasta el ábside, pero esta ya es una reconstrucción moderna tras el derribo de la sacristía adosada. También la portada de acceso es obra reconstruida parcialmente de forma posterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Sin posibilidad de afirmar taxativamente con apoyo documental si la iglesia tuvo dos o tres naves, lo que sí es seguro es que San Antonio tuvo un solo ábside, lamentablemente casi perdido por completo. Hasta hoy nos ha llegado únicamente el arranque original, formado por seis arcos ciegos doblados, y lo previsible es que hubiera otras dos bandas horizontales. Ahora solo podemos contemplar un muro enlucido tras un recrecimiento realizado en torno a 1636 a cal, canto y madera.
Sin posibilidad de afirmar taxativamente con apoyo documental si la iglesia tuvo dos o tres naves, lo que sí es seguro es que San Antonio tuvo un solo ábside, lamentablemente casi perdido por completo. Hasta hoy nos ha llegado únicamente el arranque original, formado por seis arcos ciegos doblados, y lo previsible es que hubiera otras dos bandas horizontales. Ahora solo podemos contemplar un muro enlucido tras un recrecimiento realizado en torno a 1636 a cal, canto y madera.
La imagen exterior del templo se ve totalmente afectada por los numerosos añadidos. En la parte correspondiente al muro de la Epístola se añadió la sacristía, para lo que se rompió por completo la estética del clásico tramo recto que precede al ábside. Por lo que puede atisbarse sobre la cubierta de este espacio, el tramo estaría compuesto por tres niveles con tres arcos doblados. De esta parte original también se aprecia la ruptura del paño para practicar un vano.
La imagen exterior del templo se ve totalmente afectada por los numerosos añadidos. En la parte correspondiente al muro de la Epístola se añadió la sacristía, para lo que se rompió por completo la estética del clásico tramo recto que precede al ábside. Por lo que puede atisbarse sobre la cubierta de este espacio, el tramo estaría compuesto por tres niveles con tres arcos doblados. De esta parte original también se aprecia la ruptura del paño para practicar un vano.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La capilla del altar mayor está presidida por la imagen de San Miguel Arcángel, titular del templo. Una devoción muy extendida en zonas rurales como protector de los rebaños. Parece tratarse de una obra de finales del siglo XVI y también es la protagonista del escudo de la localidad. En su fiesta, el 29 de septiembre, la talla sale en procesión y los naveros bailan a su alrededor la jota.
La capilla del altar mayor está presidida por la imagen de San Miguel Arcángel, titular del templo. Una devoción muy extendida en zonas rurales como protector de los rebaños. Parece tratarse de una obra de finales del siglo XVI y también es la protagonista del escudo de la localidad. En su fiesta, el 29 de septiembre, la talla sale en procesión y los naveros bailan a su alrededor la jota.
Pocos restos quedan hoy de la antigua cabecera románica. Toda la capilla mayor está enlucida y un retablo barroco cubre toda la estructura, aunque es posible reconocer la existencia de un ábside semicircular, con bóveda de horno, precedido de un tramo recto con bóveda de cañón. Cada uno de los paños del presbiterio tendría un arco ciego muy alargado, de cuyo testimonio solo queda la actual puerta de acceso a la sacristía.
Pocos restos quedan hoy de la antigua cabecera románica. Toda la capilla mayor está enlucida y un retablo barroco cubre toda la estructura, aunque es posible reconocer la existencia de un ábside semicircular, con bóveda de horno, precedido de un tramo recto con bóveda de cañón. Cada uno de los paños del presbiterio tendría un arco ciego muy alargado, de cuyo testimonio solo queda la actual puerta de acceso a la sacristía.
El pequeño municipio de Gajates, situado a 16 kilómetros de Alba de Tormes, cuenta con una de las iglesias adscritas al románico-mudéjar mejor conservadas de la provincia y cuya construcción se remonta a finales del siglo XII o principios del XIII. Como es habitual, sufrió importantes modificaciones durante el siglo XVI y también en época barroca. Tras su declaración como BIC en 1993, ha registrado distintas mejoras que han permitido recuperar ese sabor románico a uno de los templos de mayores dimensiones de sus características. El retirado de distintos añadidos permite apreciar las líneas del ábside y gran parte de muros originales en el interior.
El pequeño municipio de Gajates, situado a 16 kilómetros de Alba de Tormes, cuenta con una de las iglesias adscritas al románico-mudéjar mejor conservadas de la provincia y cuya construcción se remonta a finales del siglo XII o principios del XIII. Como es habitual, sufrió importantes modificaciones durante el siglo XVI y también en época barroca. Tras su declaración como BIC en 1993, ha registrado distintas mejoras que han permitido recuperar ese sabor románico a uno de los templos de mayores dimensiones de sus características. El retirado de distintos añadidos permite apreciar las líneas del ábside y gran parte de muros originales en el interior.
Iglesia del Salvador – Gajates
Iglesia del Salvador – Gajates
En este ábside resulta llamativa la disposición de los ladrillos en las enjutas de la parte central del ábside, con una peculiar colocación en abanico que resulta muy poco frecuente. Además, también se puede apreciar el uso de corte aplantillado para los ladrillos en el piso central del ábside para simular columnas adosadas.
En este ábside resulta llamativa la disposición de los ladrillos en las enjutas de la parte central del ábside, con una peculiar colocación en abanico que resulta muy poco frecuente. Además, también se puede apreciar el uso de corte aplantillado para los ladrillos en el piso central del ábside para simular columnas adosadas.
El ábside es la parte mudéjar más reconocible del templo y una de sus señas de identidad. El tramo semicircular está formado por tres pisos de arcos ciegos con siete filas verticales de arcos de medio punto, algunos doblados y otros de triple rosca. En tres de los arcos de la segunda altura se han practicado saeteras. Aunque lo que nos llama la atención en este caso son las bandas verticales tan prominentes que separan cada uno de los paños.
El ábside es la parte mudéjar más reconocible del templo y una de sus señas de identidad. El tramo semicircular está formado por tres pisos de arcos ciegos con siete filas verticales de arcos de medio punto, algunos doblados y otros de triple rosca. En tres de los arcos de la segunda altura se han practicado saeteras. Aunque lo que nos llama la atención en este caso son las bandas verticales tan prominentes que separan cada uno de los paños.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
A los pies de San Miguel se sitúa una tribuna de madera en una tipología muy clásica en la comarca en los siglos XVI y XVII. La tribuna recorre hoy las dos naves del templo, sostenida por ménsulas y pilar granítico y presenta un estilo renacentista popular, caracterizado por una exuberante decoración que alterna motivos vegetales, dardos y dentículos.
A los pies de San Miguel se sitúa una tribuna de madera en una tipología muy clásica en la comarca en los siglos XVI y XVII. La tribuna recorre hoy las dos naves del templo, sostenida por ménsulas y pilar granítico y presenta un estilo renacentista popular, caracterizado por una exuberante decoración que alterna motivos vegetales, dardos y dentículos.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El tramo recto del presbiterio está compuesto por dos grandes cuerpos con arcos de medio punto doblados. En el muro del Evangelio se alteró la estructura para situar a finales del siglo XVI el sepulcro de Pedro Aponte, beneficiado de Gajates. Fue este licenciado una figura notable de su tiempo en la comarca, recibiendo importantes rentas como marca el inventario realizado sobre sus bienes en 1574. Además, tiene lugar destacado en la historia por haber sido uno de los impulsores, junto a su hermana, Teresa de Layz, de la fundación por parte de Santa Teresa de Jesús del convento de la Anunciación en Alba de Tormes.
El tramo recto del presbiterio está compuesto por dos grandes cuerpos con arcos de medio punto doblados. En el muro del Evangelio se alteró la estructura para situar a finales del siglo XVI el sepulcro de Pedro Aponte, beneficiado de Gajates. Fue este licenciado una figura notable de su tiempo en la comarca, recibiendo importantes rentas como marca el inventario realizado sobre sus bienes en 1574. Además, tiene lugar destacado en la historia por haber sido uno de los impulsores, junto a su hermana, Teresa de Layz, de la fundación por parte de Santa Teresa de Jesús del convento de la Anunciación en Alba de Tormes.
La iglesia parroquial de El Salvador de Gajates ha llegado hasta hoy tras sufrir numerosas modificaciones que alteraron su aspecto. En época barroca se modificaron completamente las cubiertas, construyendo el actual sistema de lunetos para la nave y bóveda de crucería simple para el presbiterio y se enlució gran parte del templo. También se construyó el retablo barroco que hoy ha sido recolocado en el muro del Evangelio. Fue precisamente la retirada de este conjunto lo que permitió redescubrir el ábside en sus líneas mudéjar.
La iglesia parroquial de El Salvador de Gajates ha llegado hasta hoy tras sufrir numerosas modificaciones que alteraron su aspecto. En época barroca se modificaron completamente las cubiertas, construyendo el actual sistema de lunetos para la nave y bóveda de crucería simple para el presbiterio y se enlució gran parte del templo. También se construyó el retablo barroco que hoy ha sido recolocado en el muro del Evangelio. Fue precisamente la retirada de este conjunto lo que permitió redescubrir el ábside en sus líneas mudéjar.
Tramo recto del presbiterio y ábside se articulan en torno a dos cuerpos de arcos ciegos separados por una imposta de nacela que marca el arranque de una bóveda de cuarto de esfera.
En la parte semicircular, observamos el juego dispar entre cuerpos. Siete arcos en el superior, con triple rosca en el central y ocho arcos en el inferior. Además, los arcos no presentan alineación vertical entre ambos cuerpos.
En las enjutas del cuerpo superior encontramos la particular decoración de ladrillos en abanico, no muy frecuente en esta zona.
Tramo recto del presbiterio y ábside se articulan en torno a dos cuerpos de arcos ciegos separados por una imposta de nacela que marca el arranque de una bóveda de cuarto de esfera.
En la parte semicircular, observamos el juego dispar entre cuerpos. Siete arcos en el superior, con triple rosca en el central y ocho arcos en el inferior. Además, los arcos no presentan alineación vertical entre ambos cuerpos.
En las enjutas del cuerpo superior encontramos la particular decoración de ladrillos en abanico, no muy frecuente en esta zona.
Aunque el dibujo exterior queda oculto parcialmente por construcciones anejas, en el interior nos encontramos el típico esquema constructivo de tres ábsides. El central del doble de tamaño que los laterales. Además, en su muro derecho, se ha conservado la estructura original mudéjar, con arquería ciega con friso en esquinilla y nacela, configuración que se ha perdido en el de la izquierda, con la construcción en el siglo XVI del sepulcro de Diego de la Carrera.
Aunque el dibujo exterior queda oculto parcialmente por construcciones anejas, en el interior nos encontramos el típico esquema constructivo de tres ábsides. El central del doble de tamaño que los laterales. Además, en su muro derecho, se ha conservado la estructura original mudéjar, con arquería ciega con friso en esquinilla y nacela, configuración que se ha perdido en el de la izquierda, con la construcción en el siglo XVI del sepulcro de Diego de la Carrera.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
La Capilla de los Villapecellín está presidida por la imagen de la Virgen de la Guía, obra gótica del siglo XIV. Sin embargo, lo más llamativo es la original construcción formada con una arquería ciega de seis arcos trilobulados en el primer piso, que dan paso a uno de medio punto doblado con ladrillos aplantillados a modo de columnas y capiteles de piedra arenisca. Estos arcos trilobulados parecen remarcar la influencia musulmana en esta arquitectura románica.
La Capilla de los Villapecellín está presidida por la imagen de la Virgen de la Guía, obra gótica del siglo XIV. Sin embargo, lo más llamativo es la original construcción formada con una arquería ciega de seis arcos trilobulados en el primer piso, que dan paso a uno de medio punto doblado con ladrillos aplantillados a modo de columnas y capiteles de piedra arenisca. Estos arcos trilobulados parecen remarcar la influencia musulmana en esta arquitectura románica.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
La mayoría de las iglesias del románico de ladrillo vieron alterada su estructura buscando más espacio, véase San Juan de Alba, o ennobleciendo los interiores al considerar con el paso del tiempo que el ladrillo era un material pobre. No es el caso de Galleguillos, donde, contando con la posible pérdida de la nave original del Evangelio, nos encontramos la estructura original con la arquería de medio punto sostenida en cuatro pilares cruciformes. Son arcos de triple rosca e imposta de nacela que confieren a las dos naves actuales una especial espiritualidad.
A diferencia del exterior, donde la pérdida del ábside es casi total, en el interior sí podemos disfrutar aún de la fila inferior original conformada por seis arcos ciegos. A cada lado del ábside en este tramo se presentan dos arcos ciegos doblados, rematados en friso de esquinilla, de gran elegancia y también se conservan las jambas del antiguo arco de ingreso al presbiterio, conformadas por pilares escalonados. El remate del ábside con bóveda de cuarto de esfera y la cúpula sobre pechinas es fruto de la restauración de urgencia realizada en 1636 ante la ruina del templo.
A diferencia del exterior, donde la pérdida del ábside es casi total, en el interior sí podemos disfrutar aún de la fila inferior original conformada por seis arcos ciegos. A cada lado del ábside en este tramo se presentan dos arcos ciegos doblados, rematados en friso de esquinilla, de gran elegancia y también se conservan las jambas del antiguo arco de ingreso al presbiterio, conformadas por pilares escalonados. El remate del ábside con bóveda de cuarto de esfera y la cúpula sobre pechinas es fruto de la restauración de urgencia realizada en 1636 ante la ruina del templo.
El ladrillo macizo característico del mudéjar nos resulta hoy un elemento tan evocador como bello, pero no siempre fue así. Un claro ejemplo es lo ocurrido en la iglesia de Peñarandilla, que durante siglos vio alterada esta fisonomía románico-mudéjar con el enlucimiento total de los muros. Tras la última restauración puede volver a verse la fábrica original del templo lo que lleva, por ejemplo en el muro sur, a disfrutar de la misma decoración del exterior.
El ladrillo macizo característico del mudéjar nos resulta hoy un elemento tan evocador como bello, pero no siempre fue así. Un claro ejemplo es lo ocurrido en la iglesia de Peñarandilla, que durante siglos vio alterada esta fisonomía románico-mudéjar con el enlucimiento total de los muros. Tras la última restauración puede volver a verse la fábrica original del templo lo que lleva, por ejemplo en el muro sur, a disfrutar de la misma decoración del exterior.
Diputación de Salamanca
© 2021 - Todos los derechos reservados
Diputación de Salamanca
© 2021 - Todos los derechos reservados
Desarrollo web: Comunica +
Fotografías y Fotografías 360º: José Ángel Barbero Sánchez
Textos, audios y documentación: Francisco Gómez Bueno
© 2021 - Todos los derechos reservados
Desarrollo web: Comunica +
Fotografías y Fotografías 360º:
José Ángel Barbero Sánchez
Textos, audios y documentación: Francisco Gómez Bueno
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
En el inventario de bienes de la iglesia realizado a comienzos del siglo XVII figuran dos imágenes de Cristo crucificado, de las que únicamente se ha conservado esta (¿comienzos siglo XVI?). Seguramente se tratara de la antigua imagen que presidía la capilla mayor hasta el año 1610, pendiendo de una viga que atravesaba el tramo recto del presbiterio. Ese año, se enluce la capilla y se practican una serie de vanos en los muros para mejorar la entrada de luz, retirándose la viga y trasladando al crucificado a la sacristía.
En el inventario de bienes de la iglesia realizado a comienzos del siglo XVII figuran dos imágenes de Cristo crucificado, de las que únicamente se ha conservado esta (¿comienzos siglo XVI?). Seguramente se tratara de la antigua imagen que presidía la capilla mayor hasta el año 1610, pendiendo de una viga que atravesaba el tramo recto del presbiterio. Ese año, se enluce la capilla y se practican una serie de vanos en los muros para mejorar la entrada de luz, retirándose la viga y trasladando al crucificado a la sacristía.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La imagen de la Virgen de la Asunción situada en el ábside es la patrona de Peñarandilla. Es posible que esta talla, hoy muy retocada, ocupara la parte central del retablo que vio Gómez Moreno y que consideró bajo la influencia de Becerra, salvando únicamente del conjunto esta imagen “no mal plegada”. En su fiesta, el 15 de agosto, sale en procesión acompañada por dulzaineros mientras los vecinos danzan la jota en las paradas del recorrido.
La imagen de la Virgen de la Asunción situada en el ábside es la patrona de Peñarandilla. Es posible que esta talla, hoy muy retocada, ocupara la parte central del retablo que vio Gómez Moreno y que consideró bajo la influencia de Becerra, salvando únicamente del conjunto esta imagen “no mal plegada”. En su fiesta, el 15 de agosto, sale en procesión acompañada por dulzaineros mientras los vecinos danzan la jota en las paradas del recorrido.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
San Juan de Alba de Tormes
San Juan de Alba de Tormes
San Juan es uno de los más importantes templos del románico-mudéjar que nos ha llegado hasta hoy y uno de los puntos de interés más alto de la arquitectura salmantina del XII y principios del XIII. Tanto en el exterior como en el interior destaca el empleo de piedra arenisca junto al ladrillo para ennoblecer los capiteles. San Juan ofrece un amplio y diáfano espacio interior creado gracias a dos grandes arcos formeros rebajados, con casi 20 metros de luz, que sustituyeron en una reforma del siglo XV los arcos originales en ladrillo.
San Juan es uno de los más importantes templos del románico-mudéjar que nos ha llegado hasta hoy y uno de los puntos de interés más alto de la arquitectura salmantina del XII y principios del XIII. Tanto en el exterior como en el interior destaca el empleo de piedra arenisca junto al ladrillo para ennoblecer los capiteles. San Juan ofrece un amplio y diáfano espacio interior creado gracias a dos grandes arcos formeros rebajados, con casi 20 metros de luz, que sustituyeron en una reforma del siglo XV los arcos originales en ladrillo.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Durante mucho tiempo, la actividad del templo pivotó sobre la parte norte de la iglesia, donde un cuerpo alargado oculta hoy las dimensiones originales de la fábrica. De hecho, la portada sur permaneció durante siglos tapiada y llegó así hasta época contemporánea. La restauración ha permitido devolver toda su belleza a este conjunto protagonizado por tres arquivoltas ligeramente apuntadas. Sobre ellas, el característico friso en esquinilla seguido de la moldura de nacela sobre la que descansan los tres arquillos ciegos.
Durante mucho tiempo, la actividad del templo pivotó sobre la parte norte de la iglesia, donde un cuerpo alargado oculta hoy las dimensiones originales de la fábrica. De hecho, la portada sur permaneció durante siglos tapiada y llegó así hasta época contemporánea. La restauración ha permitido devolver toda su belleza a este conjunto protagonizado por tres arquivoltas ligeramente apuntadas. Sobre ellas, el característico friso en esquinilla seguido de la moldura de nacela sobre la que descansan los tres arquillos ciegos.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El elemento más característico del alma románico-mudéjar de la iglesia de la Asunción de Peñarandilla es su ábside. Son tres pisos con nueve arcos ciegos cada uno de ellos. En esta ocasión, cada uno de los cuerpos tiene su propio eje vertical, de manera que la construcción presenta un gran dinamismo.
El elemento más característico del alma románico-mudéjar de la iglesia de la Asunción de Peñarandilla es su ábside. Son tres pisos con nueve arcos ciegos cada uno de ellos. En esta ocasión, cada uno de los cuerpos tiene su propio eje vertical, de manera que la construcción presenta un gran dinamismo.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La iglesia de Peñarandilla, retirados todos los añadidos posteriores y el enlucido de los muros, ha podido recuperar en gran medida toda la belleza que le otorga la pureza de líneas originales. Quizá uno de los elementos más poderosos sea el muro sur, junto con el de San Antonio de Galleguillos el paramento mejor conservado en toda la provincia.
La fachada reproduce el mismo número maestro que el ábside, al contar con nueve arcos. Tres a cada lado de la portada y tres encima de esta, siendo los seis de los lados muy alargados y ligeramente apuntados, como ya ocurriera en el tercer cuerpo del ábside.
La iglesia de Peñarandilla, retirados todos los añadidos posteriores y el enlucido de los muros, ha podido recuperar en gran medida toda la belleza que le otorga la pureza de líneas originales. Quizá uno de los elementos más poderosos sea el muro sur, junto con el de San Antonio de Galleguillos el paramento mejor conservado en toda la provincia.
La fachada reproduce el mismo número maestro que el ábside, al contar con nueve arcos. Tres a cada lado de la portada y tres encima de esta, siendo los seis de los lados muy alargados y ligeramente apuntados, como ya ocurriera en el tercer cuerpo del ábside.
Iglesia de San Juan - Alba de Tormes
Iglesia de San Juan - Alba de Tormes
San Juan es uno de los más importantes templos del románico-mudéjar que nos ha llegado hasta hoy y uno de los puntos de interés más alto de la arquitectura salmantina del XII y principios del XIII. Tanto en el exterior como en el interior destaca el empleo de piedra arenisca junto al ladrillo para ennoblecer los capiteles. San Juan ofrece un amplio y diáfano espacio interior creado gracias a dos grandes arcos formeros rebajados, con casi 20 metros de luz, que sustituyeron en una reforma del siglo XV los arcos originales en ladrillo.
San Juan es uno de los más importantes templos del románico-mudéjar que nos ha llegado hasta hoy y uno de los puntos de interés más alto de la arquitectura salmantina del XII y principios del XIII. Tanto en el exterior como en el interior destaca el empleo de piedra arenisca junto al ladrillo para ennoblecer los capiteles. San Juan ofrece un amplio y diáfano espacio interior creado gracias a dos grandes arcos formeros rebajados, con casi 20 metros de luz, que sustituyeron en una reforma del siglo XV los arcos originales en ladrillo.
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
La Capilla del Santísimo ocupa el ábside rehecho del Evangelio. Donde nos encontramos un presbiterio en dos tramos, con arcos fajones y bóveda de cañón en ladrillo. El hemiciclo presenta muy poca profundidad y está dividido en dos pisos, en el inferior volvemos a ver los arcos trilobulados y a modo de separación una imposta de nacela y friso en esquinilla.
La imagen que preside la capilla es un magnifico crucificado gótico, de formas muy alargadas y que presenta la característica tipología de Y.
La Capilla del Santísimo ocupa el ábside rehecho del Evangelio. Donde nos encontramos un presbiterio en dos tramos, con arcos fajones y bóveda de cañón en ladrillo. El hemiciclo presenta muy poca profundidad y está dividido en dos pisos, en el inferior volvemos a ver los arcos trilobulados y a modo de separación una imposta de nacela y friso en esquinilla.
La imagen que preside la capilla es un magnifico crucificado gótico, de formas muy alargadas y que presenta la característica tipología de Y.
La Capilla de los Villapecellín está presidida por la imagen de la Virgen de la Guía, obra gótica del siglo XIV. Sin embargo, lo más llamativo es la original construcción formada con una arquería ciega de seis arcos trilobulados en el primer piso, que dan paso a uno de medio punto doblado con ladrillos aplantillados a modo de columnas y capiteles de piedra arenisca. Estos arcos trilobulados parecen remarcar la influencia musulmana en esta arquitectura románica.
La Capilla de los Villapecellín está presidida por la imagen de la Virgen de la Guía, obra gótica del siglo XIV. Sin embargo, lo más llamativo es la original construcción formada con una arquería ciega de seis arcos trilobulados en el primer piso, que dan paso a uno de medio punto doblado con ladrillos aplantillados a modo de columnas y capiteles de piedra arenisca. Estos arcos trilobulados parecen remarcar la influencia musulmana en esta arquitectura románica.
Aunque el dibujo exterior queda oculto parcialmente por construcciones anejas, en el interior nos encontramos el típico esquema constructivo de tres ábsides. El central del doble de tamaño que los laterales. Además, en muro derecho, se ha conservado la estructura original mudéjar, con arquería ciega con friso en esquinilla y nacela, configuración que se ha perdido en el de la izquierda, con la construcción en el siglo XVI del sepulcro de Diego de la Carrera.
Aunque el dibujo exterior queda oculto parcialmente por construcciones anejas, en el interior nos encontramos el típico esquema constructivo de tres ábsides. El central del doble de tamaño que los laterales. Además, en muro derecho, se ha conservado la estructura original mudéjar, con arquería ciega con friso en esquinilla y nacela, configuración que se ha perdido en el de la izquierda, con la construcción en el siglo XVI del sepulcro de Diego de la Carrera.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Sepulcro de García Brochero y su mujer
Sepulcro de García Brochero y su mujer
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencial del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX esta Theotokos estuvo situada en el pórtico del templo.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencial del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX esta Theotokos estuvo situada en el pórtico del templo.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Sepulcro de Diego de la Carrera
Sepulcro de Diego de la Carrera
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
En la carretera entre Alba de Tormes y Peñaranda de Bracamonte nos encontramos Peñarandilla. Curiosamente, este lugar, de importancia estratégica en el siglo XII en la entonces frontera entre los reinos de León y Castilla, luego repoblado por el rey leonés Alfonso IX en 1224, era antiguamente Peñaranda. La fundación posterior de la actual Peñaranda y la mayor importancia que adquirió esta luego en población hizo que la primitiva pasara a ser Peñaranda del Sordo o de Sordos (que algunos expertos consideran que fue realmente su primer nombre) y finalmente en el siglo XVIII Peñarandilla. A la época de aquella repoblación en el siglo XIII se remontan los orígenes de una de las iglesias románico-mudéjar más bellas de la provincia, despojada ya en el siglo XXI de numerosos añadidos. Un templo que responde a la tipología rural de una nave rematada en ábside semicircular y que ha conservado además interesante decoración original en sus paramentos.
En la carretera entre Alba de Tormes y Peñaranda de Bracamonte nos encontramos Peñarandilla. Curiosamente, este lugar, de importancia estratégica en el siglo XII en la entonces frontera entre los reinos de León y Castilla, luego repoblado por el rey leonés Alfonso IX en 1224, era antiguamente Peñaranda. La fundación posterior de la actual Peñaranda y la mayor importancia que adquirió esta luego en población hizo que la primitiva pasara a ser Peñaranda del Sordo o de Sordos (que algunos expertos consideran que fue realmente su primer nombre) y finalmente en el siglo XVIII Peñarandilla. A la época de aquella repoblación en el siglo XIII se remontan los orígenes de una de las iglesias románico-mudéjar más bellas de la provincia, despojada ya en el siglo XXI de numerosos añadidos. Un templo que responde a la tipología rural de una nave rematada en ábside semicircular y que ha conservado además interesante decoración original en sus paramentos.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Altar de Cristo atado a la Columna
Altar de Cristo atado a la Columna
Iglesia de la Asunción - Peñarandilla
Iglesia de la Asunción - Peñarandilla
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
Si bien la devoción por Santa Teresa de Jesús es universal, podemos decir que su presencia iconográfica es particularmente intensa, como es lógico, en las proximidades de Alba de Tormes. En esta iglesia de San Miguel Arcángel nos encontramos como curiosidad este cuadro de la Transverberación, la experiencia mística vivida por la Santa. Se trata sin embargo de una interpretación muy particular, ya que elude lo narrado por la propia Teresa de Jesús en su Libro de la Vida y sustituye el ángel por el propio Jesús en forma de niño. Se trata este maltratado lienzo de una copia del siglo XVIII del cuadro que se encuentra precisamente en el Camarín sepulcral de la Santa en Alba. Atribuido a Simón Petti, siglo XVII, el cuadro original reproduce en los rasgos de María y José a los fundadores del convento albense, Francisco Velázquez y Teresa Layz y según distintos estudios la composición procede de una serie de grabados popularizados en Bélgica en torno al 1620 por Anton Wierix
Si bien la devoción por Santa Teresa de Jesús es universal, podemos decir que su presencia iconográfica es particularmente intensa, como es lógico, en las proximidades de Alba de Tormes. En esta iglesia de San Miguel Arcángel nos encontramos como curiosidad este cuadro de la Transverberación, la experiencia mística vivida por la Santa. Se trata sin embargo de una interpretación muy particular, ya que elude lo narrado por la propia Teresa de Jesús en su Libro de la Vida y sustituye el ángel por el propio Jesús en forma de niño. Se trata este maltratado lienzo de una copia del siglo XVIII del cuadro que se encuentra precisamente en el Camarín sepulcral de la Santa en Alba. Atribuido a Simón Petti, siglo XVII, el cuadro original reproduce en los rasgos de María y José a los fundadores del convento albense, Francisco Velázquez y Teresa Layz y según distintos estudios la composición procede de una serie de grabados popularizados en Bélgica en torno al 1620 por Anton Wierix
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
El ábside es el elemento más significativo del interior de la iglesia románico-mudéjar de Santiago, cuyo arranque puede fecharse en el siglo XII. Se configura el tambor con dos arquerías ciegas, la inferior con arcos doblados y la superior con arcos sencillos -tres de ellos abiertos al exterior por aspilleras- y entre ambas el característico conjunto de imposta de nacela entre sendos frisos de ladrillos en esquinilla. Más particular resulta la moldura de piedra situada en el arranque de la bóveda de horno decorada con taqueado y perdida parcialmente.
El ábside es el elemento más significativo del interior de la iglesia románico-mudéjar de Santiago, cuyo arranque puede fecharse en el siglo XII. Se configura el tambor con dos arquerías ciegas, la inferior con arcos doblados y la superior con arcos sencillos -tres de ellos abiertos al exterior por aspilleras- y entre ambas el característico conjunto de imposta de nacela entre sendos frisos de ladrillos en esquinilla. Más particular resulta la moldura de piedra situada en el arranque de la bóveda de horno decorada con taqueado y perdida parcialmente.
La Iglesia de Santiago contaba con una típica cubrición con alfarje mudéjar de par y nudillo con tirantes que debió de realizarse en el siglo XV durante una de las más importantes reformas del templo. Techumbre casi perdida en su totalidad, aunque se puede localizar algún rastro original en la zona más próxima al arco de triunfo, en la que pervive aisladamente la decoración primitiva en zig-zag en algunos saetinos.
La Iglesia de Santiago contaba con una típica cubrición con alfarje mudéjar de par y nudillo con tirantes que debió de realizarse en el siglo XV durante una de las más importantes reformas del templo. Techumbre casi perdida en su totalidad, aunque se puede localizar algún rastro original en la zona más próxima al arco de triunfo, en la que pervive aisladamente la decoración primitiva en zig-zag en algunos saetinos.
El presbiterio presenta un espacio cubierto por bóveda de cañón y marcado en el paramento norte por dos grandes arcadas ciegas, una estructura que se modificó en el muro sur para dar cabida a dos sensacionales sepulcros góticos de exuberante decoración: el del caballero Antón de Ledesma (fallecido en 1413) y el de su mujer, Leonor de Pas (fallecida en 1412)
El presbiterio presenta un espacio cubierto por bóveda de cañón y marcado en el paramento norte por dos grandes arcadas ciegas, una estructura que se modificó en el muro sur para dar cabida a dos sensacionales sepulcros góticos de exuberante decoración: el del caballero Antón de Ledesma (fallecido en 1413) y el de su mujer, Leonor de Pas (fallecida en 1412)
Al igual que ocurre en la iglesia de San Juan, en Santiago los elementos románicos y mudéjar se unen íntimamente, conviviendo de nuevo el ladrillo en su condición de material constructivo primordial con la piedra como remate noble en zócalos, basas y capiteles. Estos últimos son especialmente destacados en el arco triunfal que da acceso al ábside.
Elementos de talla muy estilizada en los que se pueden reconocer figuras de animales, jinetes a caballo, aves y escenas de caballería. Sobre los cimacios, corre también un interesante friso con decoración de palmetas.
Al igual que ocurre en la iglesia de San Juan, en Santiago los elementos románicos y mudéjar se unen íntimamente, conviviendo de nuevo el ladrillo en su condición de material constructivo primordial con la piedra como remate noble en zócalos, basas y capiteles. Estos últimos son especialmente destacados en el arco triunfal que da acceso al ábside.
Elementos de talla muy estilizada en los que se pueden reconocer figuras de animales, jinetes a caballo, aves y escenas de caballería. Sobre los cimacios, corre también un interesante friso con decoración de palmetas.
Como es tradicional en las iglesias medievales, Santiago acoge numerosos enterramientos en su nave, algunos verdaderamente ilustres, como el de don Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de Palencia, Arzobispo de Sevilla y Toledo y que, al recibir en 1429 la villa de Alba de manos de Juan II de Castilla, dio inicio a una de las casas nobiliarias más importantes de España: el Ducado de Alba. También acoge el templo los restos de doña Isabel de Urbina, esposa del más grande dramaturgo español, Lope de Vega, quien residió en Alba de Tormes entre 1591 y 1595 al servicio de don Antonio Álvarez de Toledo, quinto duque de Alba. Isabel de Urbina es la Belisa de los poemas del Fénix.
“Belisa, señora mía
hoy se cumple justo un año
que de tu temprana muerte
gusté aquel potaje amargo”
Como es tradicional en las iglesias medievales, Santiago acoge numerosos enterramientos en su nave, algunos verdaderamente ilustres, como el de don Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de Palencia, Arzobispo de Sevilla y Toledo y que, al recibir en 1429 la villa de Alba de manos de Juan II de Castilla, dio inicio a una de las casas nobiliarias más importantes de España: el Ducado de Alba. También acoge el templo los restos de doña Isabel de Urbina, esposa del más grande dramaturgo español, Lope de Vega, quien residió en Alba de Tormes entre 1591 y 1595 al servicio de don Antonio Álvarez de Toledo, quinto duque de Alba. Isabel de Urbina es la Belisa de los poemas del Fénix.
“Belisa, señora mía
hoy se cumple justo un año
que de tu temprana muerte
gusté aquel potaje amargo”
La iglesia de Santiago acoge hoy el Museo de Alfarería de Alba de Tormes, una oportunidad de acercarse a esta realización artesana, declarada Bien de Interés Cultural.
Aunque Alba de Tormes por su condición de población ribereña tuvo una dedicación ancestral al mundo del barro, creando distintas elaboraciones de carácter funcional, fue la crisis del sector desencadenada en el siglo XX ante la llegada de nuevos materiales lo que llegó a los alfareros a reinventar por completo su arte. Se convertía así la elaboración de botijos, platos y jarros en auténticas obras de fantasía repletas de asas superpuestas, intercaladas con pequeñas figuras y otros adornos.
Piezas absolutamente manuales, que también reciben los diferentes pigmentos al aguamanil, creando sobre el barro las mismas sucesiones geométricas que es fácil relacionar con la base misma de la decoración mudéjar.
La iglesia de Santiago acoge hoy el Museo de Alfarería de Alba de Tormes, una oportunidad de acercarse a esta realización artesana, declarada Bien de Interés Cultural.
Aunque Alba de Tormes por su condición de población ribereña tuvo una dedicación ancestral al mundo del barro, creando distintas elaboraciones de carácter funcional, fue la crisis del sector desencadenada en el siglo XX ante la llegada de nuevos materiales lo que llegó a los alfareros a reinventar por completo su arte. Se convertía así la elaboración de botijos, platos y jarros en auténticas obras de fantasía repletas de asas superpuestas, intercaladas con pequeñas figuras y otros adornos.
Piezas absolutamente manuales, que también reciben los diferentes pigmentos al aguamanil, creando sobre el barro las mismas sucesiones geométricas que es fácil relacionar con la base misma de la decoración mudéjar.
La parte más llamativa del exterior de esta antigua iglesia de Santiago, y la que mantiene todo el sabor mudéjar, es su ábside. Al ser una iglesia de una sola nave, nos encontramos un único ábside semicircular que aparece formado por tres filas de arcos superpuestos. Los de los dos cuerpos inferiores son doblados, mientras que los del cuerpo superior son simples. También anotamos en el piso intermedio la apertura de tres aspilleras de medio punto para arrojar luz al interior.
No obstante, el detalle más significativo lo registramos en el tramo recto del ábside en la pared norte: los arcos ciegos del tercer cuerpo son trilobulados, de marcada influencia islámica.
La parte más llamativa del exterior de esta antigua iglesia de Santiago, y la que mantiene todo el sabor mudéjar, es su ábside. Al ser una iglesia de una sola nave, nos encontramos un único ábside semicircular que aparece formado por tres filas de arcos superpuestos. Los de los dos cuerpos inferiores son doblados, mientras que los del cuerpo superior son simples. También anotamos en el piso intermedio la apertura de tres aspilleras de medio punto para arrojar luz al interior.
No obstante, el detalle más significativo lo registramos en el tramo recto del ábside en la pared norte: los arcos ciegos del tercer cuerpo son trilobulados, de marcada influencia islámica.
El desarrollo urbanístico de la villa enmascara hoy la importancia de algunos espacios en la población medieval. De hecho, el atrio de Santiago es crucial en la historia de la villa. Un documento de 1323 testimonia cómo era el lugar preferente de reunión “a campana repicada” del concejo para dictar disposiciones y administrar justicia.
El desarrollo urbanístico de la villa enmascara hoy la importancia de algunos espacios en la población medieval. De hecho, el atrio de Santiago es crucial en la historia de la villa. Un documento de 1323 testimonia cómo era el lugar preferente de reunión “a campana repicada” del concejo para dictar disposiciones y administrar justicia.
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Altar de Cristo atado a la Columna
Altar de Cristo atado a la Columna
Sepulcro de Diego de la Carrera
Sepulcro de Diego de la Carrera
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencial del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX este Theotokos estuvo situado en el pórtico del templo.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencial del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX este Theotokos estuvo situado en el pórtico del templo.
La Iglesia de Santiago es una de las construcciones más antiguas de Alba de Tormes, cuyo caserío domina desde la altura. Emblemática es su torre del reloj, que de hecho ya aparece citada en el fuero de Alba de Tormes, en el año 1140. Si nos atenemos a esta fecha, esta construcción de pizarra y sillarejo es posiblemente anterior al propio templo, ya que este se construiría más bien hacia la segunda mitad del siglo XII.
La Iglesia de Santiago es una de las construcciones más antiguas de Alba de Tormes, cuyo caserío domina desde la altura. Emblemática es su torre del reloj, que de hecho ya aparece citada en el fuero de Alba de Tormes, en el año 1140. Si nos atenemos a esta fecha, esta construcción de pizarra y sillarejo es posiblemente anterior al propio templo, ya que este se construiría más bien hacia la segunda mitad del siglo XII.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
A los pies del templo, en el interior de la iglesia es posible apreciar hoy la decoración original de la fábrica primitiva, con cuatro arcos ciegos de medio punto. Esta es la misma estructura que presentaba el hastial orientado al oeste y que quedó oculta con la construcción posterior de la torre campanario.
A los pies del templo, en el interior de la iglesia es posible apreciar hoy la decoración original de la fábrica primitiva, con cuatro arcos ciegos de medio punto. Esta es la misma estructura que presentaba el hastial orientado al oeste y que quedó oculta con la construcción posterior de la torre campanario.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La iglesia de San Juan fue levantada a finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII y es una de las principales construcciones de románico-mudéjar de Castilla y León. Su estructura se vio profundamente alterada en las reformas sucesivas de los siglos XV al XVII, aunque pudo recuperar parcialmente sus líneas en una restauración a mediados del siglo XX. La parte más emblemática es su vistosa cabecera románica de triple ábside, oculta parcialmente por las construcciones aledañas.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Una de las características de este templo es el uso combinado de ladrillo y piedra. Aunque el ladrillo es el elemento constructivo fundamental, que ofrecía condiciones de gran rapidez y durabilidad para las obras, se reserva la piedra para zócalos, basas y sobre todo los capiteles del ábside lateral. Su fina labra, permite disfrutar de formas burlonas, animales y vegetales, con toda la imaginación propia del románico, especialmente en los dos que ahora están recolocados en el pórtico de acceso.
La vista de la parte izquierda del templo está marcada por el juego de los ábsides y el tramo recto de fachada reconstruido, junto a un pórtico neomudéjar de la reforma de 1957. También ese año se retiraron algunos elementos barrocos de la torre, construida en 1787, aunque seguramente sobre una base anterior, con doble cuerpo: base de piedra sobre la que se asienta el cuerpo de campanas en ladrillo.
La iglesia de San Juan se cubrió originalmente con armadura de par y nudillo para la nave central y colgadizos para las naves laterales, si bien hay que tener en cuenta que sufrió numerosas modificaciones que fueron alternando la estructura original. Una de las más profundas fue la que sustituyó en el siglo XV la antigua arquería de ladrillo entre las naves por dos grandes arcos fajones de piedra. A ese momento debe corresponder también la realización de la techumbre mudéjar que nos ha llegado hasta hoy en un tramo reintegrado tras las restauración de 1957 en la parte más próxima al ábside de la epístola.
En el detalle se observa el trabajo de cuajado de madera en cinta y saetino, con decoración pictórica con motivos vegetales de estilo goticista y también una minuciosa cenefa de puntos negros sobre fondo blanco
La iglesia de San Juan se cubrió originalmente con armadura de par y nudillo para la nave central y colgadizos para las naves laterales, si bien hay que tener en cuenta que sufrió numerosas modificaciones que fueron alternando la estructura original. Una de las más profundas fue la que sustituyó en el siglo XV la antigua arquería de ladrillo entre las naves por dos grandes arcos fajones de piedra. A ese momento debe corresponder también la realización de la techumbre mudéjar que nos ha llegado hasta hoy en un tramo reintegrado tras las restauración de 1957 en la parte más próxima al ábside de la epístola.
En el detalle se observa el trabajo de cuajado de madera en cinta y saetino, con decoración pictórica con motivos vegetales de estilo goticista y también una minuciosa cenefa de puntos negros sobre fondo blanco
La iglesia de San Juan fue levantada a finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII y es una de las principales construcciones de románico-mudéjar de Castilla y León. Su estructura se vio profundamente alterada en las reformas sucesivas de los siglos XV al XVII, aunque pudo recuperar parcialmente sus líneas en una restauración a mediados del siglo XX. La parte más emblemática es su vistosa cabecera románica de triple ábside, oculta parcialmente por las construcciones aledañas.
La iglesia de San Juan fue levantada a finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII y es una de las principales construcciones de románico-mudéjar de Castilla y León. Su estructura se vio profundamente alterada en las reformas sucesivas de los siglos XV al XVII, aunque pudo recuperar parcialmente sus líneas en una restauración a mediados del siglo XX. La parte más emblemática es su vistosa cabecera románica de triple ábside, oculta parcialmente por las construcciones aledañas.
La vista de la parte izquierda del templo está marcada por el juego de los ábsides y el tramo recto de fachada reconstruido, junto a un pórtico neomudéjar de la reforma de 1957. También ese año se retiraron algunos elementos barrocos de la torre, construida en 1787, aunque seguramente sobre una base anterior, con doble cuerpo: base de piedra sobre la que se asienta el cuerpo de campanas en ladrillo.
La vista de la parte izquierda del templo está marcada por el juego de los ábsides y el tramo recto de fachada reconstruido, junto a un pórtico neomudéjar de la reforma de 1957. También ese año se retiraron algunos elementos barrocos de la torre, construida en 1787, aunque seguramente sobre una base anterior, con doble cuerpo: base de piedra sobre la que se asienta el cuerpo de campanas en ladrillo.
Aunque el exterior de la iglesia sufrió muchas alteraciones a lo largo de los siglos, todavía encontramos restos de la obra románica original también en el costado septentrional. Particularmente destaca la antigua portada, hoy cegada, que presenta ya arco apuntado, con cinco arquivoltas con imposta de nacela. Remata el conjunto una cornisa bajo la que se sitúa el característico friso en esquinilla.
Una de las características de este templo es el uso combinado de ladrillo y piedra. Aunque el ladrillo es el elemento constructivo fundamental, que ofrecía condiciones de gran rapidez y durabilidad para las obras, se reserva la piedra para zócalos, basas y sobre todo los capiteles del ábside lateral. Su fina labra, permite disfrutar de formas burlonas, animales y vegetales, con toda la imaginación propia del románico, especialmente en los dos que ahora están recolocados en el pórtico de acceso.
Una de las características de este templo es el uso combinado de ladrillo y piedra. Aunque el ladrillo es el elemento constructivo fundamental, que ofrecía condiciones de gran rapidez y durabilidad para las obras, se reserva la piedra para zócalos, basas y sobre todo los capiteles del ábside lateral. Su fina labra, permite disfrutar de formas burlonas, animales y vegetales, con toda la imaginación propia del románico, especialmente en los dos que ahora están recolocados en el pórtico de acceso.
Aunque el exterior de la iglesia sufrió muchas alteraciones a lo largo de los siglos, todavía encontramos restos de la obra románica original también en el costado septentrional. Particularmente destaca la antigua portada, hoy cegada, que presenta ya arco apuntado, con cinco arquivoltas con imposta de nacela. Remata el conjunto una cornisa bajo la que se sitúa el característico friso en esquinilla.
Aunque el exterior de la iglesia sufrió muchas alteraciones a lo largo de los siglos, todavía encontramos restos de la obra románica original también en el costado septentrional. Particularmente destaca la antigua portada, hoy cegada, que presenta ya arco apuntado, con cinco arquivoltas con imposta de nacela. Remata el conjunto una cornisa bajo la que se sitúa el característico friso en esquinilla.
La alteración, en ocasiones brutal, de la fisonomía de estos templos con el correr del tiempo deja su huella en esta pequeña iglesia con una modificación sustancial de la estructura que sostiene la cubierta. Se cambia la tradicional armadura por un rudo arquitrabe que, además, rompe totalmente el equilibrio de formas en la contemplación de la cabecera. Así, desde la nave únicamente observamos el tramo recto del prebisterio como una bóveda de cañón sostenida por dos arcos fajones, muy apuntados, cuando realmente el tramo cuenta con tres. Mirando desde el ábside hacia los pies podemos contemplar ese tercer elemento, que actuaba como arco de triunfo y que hoy ha quedado totalmente enmascarado.
La alteración, en ocasiones brutal, de la fisonomía de estos templos con el correr del tiempo deja su huella en esta pequeña iglesia con una modificación sustancial de la estructura que sostiene la cubierta. Se cambia la tradicional armadura por un rudo arquitrabe que, además, rompe totalmente el equilibrio de formas en la contemplación de la cabecera. Así, desde la nave únicamente observamos el tramo recto del prebisterio como una bóveda de cañón sostenida por dos arcos fajones, muy apuntados, cuando realmente el tramo cuenta con tres. Mirando desde el ábside hacia los pies podemos contemplar ese tercer elemento, que actuaba como arco de triunfo y que hoy ha quedado totalmente enmascarado.
La Iglesia de Santiago es una de las construcciones más antiguas de Alba de Tormes, cuyo caserío domina desde la altura. Emblemática es su torre del reloj, que de hecho ya aparece citada en el fuero de Alba de Tormes, en el año 1140. Si nos atenemos a esta fecha, esta construcción de pizarra y sillarejo es posiblemente anterior al propio templo, ya que este se construiría más bien hacia la segunda mitad del siglo XII.
La Iglesia de Santiago es una de las construcciones más antiguas de Alba de Tormes, cuyo caserío domina desde la altura. Emblemática es su torre del reloj, que de hecho ya aparece citada en el fuero de Alba de Tormes, en el año 1140. Si nos atenemos a esta fecha, esta construcción de pizarra y sillarejo es posiblemente anterior al propio templo, ya que este se construiría más bien hacia la segunda mitad del siglo XII.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencial del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX este Theotokos estuvo situado en el pórtico del templo.
Altar de Cristo atado a la Columna
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Sepulcro de Diego de la Carrera
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
El desarrollo urbanístico de la villa enmascara hoy la importancia de algunos espacios en la población medieval. De hecho, el atrio de Santiago es crucial en la historia de la villa. Un documento de 1323 testimonia cómo era el lugar preferente de reunión “a campana repicada” del concejo para dictar disposiciones y administrar justicia.
El desarrollo urbanístico de la villa enmascara hoy la importancia de algunos espacios en la población medieval. De hecho, el atrio de Santiago es crucial en la historia de la villa. Un documento de 1323 testimonia cómo era el lugar preferente de reunión “a campana repicada” del concejo para dictar disposiciones y administrar justicia.
La parte más llamativa del exterior de esta antigua iglesia de Santiago, y la que mantiene todo el sabor mudéjar, es su ábside. Al ser una iglesia de una sola nave, nos encontramos un único ábside semicircular que aparece formado por tres filas de arcos superpuestos. Los de los dos cuerpos inferiores son doblados, mientras que los del cuerpo superior son simples. También anotamos en el piso intermedio la apertura de tres aspilleras de medio punto para arrojar luz al interior.
No obstante, el detalle más significativo lo registramos en el tramo recto del ábside en la pared norte: los arcos ciegos del tercer cuerpo son trilobulados, de marcada influencia islámica.
La parte más llamativa del exterior de esta antigua iglesia de Santiago, y la que mantiene todo el sabor mudéjar, es su ábside. Al ser una iglesia de una sola nave, nos encontramos un único ábside semicircular que aparece formado por tres filas de arcos superpuestos. Los de los dos cuerpos inferiores son doblados, mientras que los del cuerpo superior son simples. También anotamos en el piso intermedio la apertura de tres aspilleras de medio punto para arrojar luz al interior.
No obstante, el detalle más significativo lo registramos en el tramo recto del ábside en la pared norte: los arcos ciegos del tercer cuerpo son trilobulados, de marcada influencia islámica.
Iglesia de Santiago - Alba de Tormes
Iglesia de Santiago - Alba de Tormes
Alba de Tormes es una de las villas más relevantes durante el periodo de repoblación sobrevenido tras la toma de Toledo. Aunque en una época de mucha inestabilidad y luchas fronterizas, también entre León y Castilla, la población tardó décadas en asentarse. De hecho, su Fuero data de 1140. En todo caso, en la segunda mitad del siglo XII se inició una importante actividad constructiva en la villa, con hasta cinco iglesias románico-mudéjar, de las que desgraciadamente solo nos han llegado dos hasta hoy. La iglesia de Santiago es la más antigua de ellas. Se trata de un pequeño templo de una sola nave, con ábside semicircular precedido de tramo recto. La iglesia mide 23,50 metros de longitud y 6,50 de anchura en el tramo presbiterio y 10,50 en los pies. Su ábside de ladrillo presenta una tipología muy típica en toda la zona con zócalo y tres cuerpos de arcos ciegos.
Alba de Tormes es una de las villas más relevantes durante el periodo de repoblación sobrevenido tras la toma de Toledo. Aunque en una época de mucha inestabilidad y luchas fronterizas, también entre León y Castilla, la población tardó décadas en asentarse. De hecho, su Fuero data de 1140. En todo caso, en la segunda mitad del siglo XII se inició una importante actividad constructiva en la villa, con hasta cinco iglesias románico-mudéjar, de las que desgraciadamente solo nos han llegado dos hasta hoy. La iglesia de Santiago es la más antigua de ellas. Se trata de un pequeño templo de una sola nave, con ábside semicircular precedido de tramo recto. La iglesia mide 23,50 metros de longitud y 6,50 de anchura en el tramo presbiterio y 10,50 en los pies. Su ábside de ladrillo presenta una tipología muy típica en toda la zona con zócalo y tres cuerpos de arcos ciegos.
La iglesia de Santiago acoge hoy el Museo de Alfarería de Alba de Tormes, una oportunidad de acercarse a esta realización artesana, declarada Bien de Interés Cultural.
Aunque Alba de Tormes por su condición de población ribereña tuvo una dedicación ancestral al mundo del barro, creando distintas elaboraciones de carácter funcional, fue la crisis del sector desencadenada en el siglo XX ante la llegada de nuevos materiales lo que llegó a los alfareros a reinventar por completo su arte. Se convertía así la elaboración de botijos, platos y jarros en auténticas obras de fantasía repletas de asas superpuestas, intercaladas con pequeñas figuras y otros adornos.
Piezas absolutamente manuales, que también reciben los diferentes pigmentos al aguamanil, creando sobre el barro las mismas sucesiones geométricas que es fácil relacionar con la base misma de la decoración mudéjar.
La iglesia de Santiago acoge hoy el Museo de Alfarería de Alba de Tormes, una oportunidad de acercarse a esta realización artesana, declarada Bien de Interés Cultural.
Aunque Alba de Tormes por su condición de población ribereña tuvo una dedicación ancestral al mundo del barro, creando distintas elaboraciones de carácter funcional, fue la crisis del sector desencadenada en el siglo XX ante la llegada de nuevos materiales lo que llegó a los alfareros a reinventar por completo su arte. Se convertía así la elaboración de botijos, platos y jarros en auténticas obras de fantasía repletas de asas superpuestas, intercaladas con pequeñas figuras y otros adornos.
Piezas absolutamente manuales, que también reciben los diferentes pigmentos al aguamanil, creando sobre el barro las mismas sucesiones geométricas que es fácil relacionar con la base misma de la decoración mudéjar.
El presbiterio presenta un espacio cubierto por bóveda de cañón y marcado en el paramento norte por dos grandes arcadas ciegas, una estructura que se modificó en el muro sur para dar cabida a dos sensacionales sepulcros góticos de exuberante decoración: el del caballero Antón de Ledesma (fallecido en 1413) y el de su mujer, Leonor de Pas (fallecida en 1412)
El presbiterio presenta un espacio cubierto por bóveda de cañón y marcado en el paramento norte por dos grandes arcadas ciegas, una estructura que se modificó en el muro sur para dar cabida a dos sensacionales sepulcros góticos de exuberante decoración: el del caballero Antón de Ledesma (fallecido en 1413) y el de su mujer, Leonor de Pas (fallecida en 1412)
Al igual que ocurre en la iglesia de San Juan, en Santiago los elementos románicos y mudéjar se unen íntimamente, conviviendo de nuevo el ladrillo en su condición de material constructivo primordial con la piedra como remate noble en zócalos, basas y capiteles. Estos últimos son especialmente destacados en el arco triunfal que da acceso al ábside.
Elementos de talla muy estilizada en los que se pueden reconocer figuras de animales, jinetes a caballo, aves y escenas de caballería. Sobre los cimacios, corre también un interesante friso con decoración de palmetas.
Al igual que ocurre en la iglesia de San Juan, en Santiago los elementos románicos y mudéjar se unen íntimamente, conviviendo de nuevo el ladrillo en su condición de material constructivo primordial con la piedra como remate noble en zócalos, basas y capiteles. Estos últimos son especialmente destacados en el arco triunfal que da acceso al ábside.
Elementos de talla muy estilizada en los que se pueden reconocer figuras de animales, jinetes a caballo, aves y escenas de caballería. Sobre los cimacios, corre también un interesante friso con decoración de palmetas.
La Iglesia de Santiago contaba con una típica cubrición con alfarje mudéjar de par y nudillo con tirantes que debió de realizarse en el siglo XV durante una de las más importantes reformas del templo. Techumbre casi perdida en su totalidad, aunque se puede localizar algún rastro original en la zona más próxima al arco de triunfo, en la que pervive aisladamente la decoración primitiva en zig-zag en algunos saetinos.
La Iglesia de Santiago contaba con una típica cubrición con alfarje mudéjar de par y nudillo con tirantes que debió de realizarse en el siglo XV durante una de las más importantes reformas del templo. Techumbre casi perdida en su totalidad, aunque se puede localizar algún rastro original en la zona más próxima al arco de triunfo, en la que pervive aisladamente la decoración primitiva en zig-zag en algunos saetinos.
Como es tradicional en las iglesias medievales, Santiago acoge numerosos enterramientos en su nave, algunos verdaderamente ilustres, como el de don Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de Palencia, Arzobispo de Sevilla y Toledo y que, al recibir en 1429 la villa de Alba de manos de Juan II de Castilla, dio inicio a una de las casas nobiliarias más importantes de España: el Ducado de Alba. También acoge el templo los restos de doña Isabel de Urbina, esposa del más grande dramaturgo español, Lope de Vega, quien residió en Alba de Tormes entre 1591 y 1595 al servicio de don Antonio Álvarez de Toledo, quinto duque de Alba. Isabel de Urbina es la Belisa de los poemas del Fénix.
“Belisa, señora mía
hoy se cumple justo un año
que de tu temprana muerte
gusté aquel potaje amargo”
Como es tradicional en las iglesias medievales, Santiago acoge numerosos enterramientos en su nave, algunos verdaderamente ilustres, como el de don Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de Palencia, Arzobispo de Sevilla y Toledo y que, al recibir en 1429 la villa de Alba de manos de Juan II de Castilla, dio inicio a una de las casas nobiliarias más importantes de España: el Ducado de Alba. También acoge el templo los restos de doña Isabel de Urbina, esposa del más grande dramaturgo español, Lope de Vega, quien residió en Alba de Tormes entre 1591 y 1595 al servicio de don Antonio Álvarez de Toledo, quinto duque de Alba. Isabel de Urbina es la Belisa de los poemas del Fénix.
“Belisa, señora mía
hoy se cumple justo un año
que de tu temprana muerte
gusté aquel potaje amargo”
El ábside es el elemento más significativo del interior de la iglesia románico-mudéjar de Santiago, cuyo arranque puede fecharse en el siglo XII. Se configura el tambor con dos arquerías ciegas, la inferior con arcos doblados y la superior con arcos sencillos -tres de ellos abiertos al exterior por aspilleras- y entre ambas el característico conjunto de imposta de nacela entre sendos frisos de ladrillos en esquinilla. Más particular resulta la moldura de piedra situada en el arranque de la bóveda de horno decorada con taqueado y perdida parcialmente.
El ábside es el elemento más significativo del interior de la iglesia románico-mudéjar de Santiago, cuyo arranque puede fecharse en el siglo XII. Se configura el tambor con dos arquerías ciegas, la inferior con arcos doblados y la superior con arcos sencillos -tres de ellos abiertos al exterior por aspilleras- y entre ambas el característico conjunto de imposta de nacela entre sendos frisos de ladrillos en esquinilla. Más particular resulta la moldura de piedra situada en el arranque de la bóveda de horno decorada con taqueado y perdida parcialmente.
San Juan ante portam latinam - Coca de Alba
San Juan ante portam latinam - Coca de Alba
Coca de Alba cuenta con una pequeña iglesia típica del románico rural, con una sola nave y con un característico ábside en ladrillo que, como viene siendo habitual, es hoy el testimonio más claro del pasado histórico del templo. La tipología de los arcos interiores, ya apuntados, y alguna documentación identificada por historiadores como María Riansares Prieto Paniagua permiten fechar su construcción en el primer tercio del siglo XIII. En siglos posteriores sufriría profundas transformaciones que alteraron por completo su imagen original.
Coca de Alba cuenta con una pequeña iglesia típica del románico rural, con una sola nave y con un característico ábside en ladrillo que, como viene siendo habitual, es hoy el testimonio más claro del pasado histórico del templo. La tipología de los arcos interiores, ya apuntados, y alguna documentación identificada por historiadores como María Riansares Prieto Paniagua permiten fechar su construcción en el primer tercio del siglo XIII. En siglos posteriores sufriría profundas transformaciones que alteraron por completo su imagen original.
El ábside presenta una decoración marcada por la sobriedad característica del románico de ladrillo con tres franjas que respetan el mismo eje vertical, si bien ninguna de ellas tiene la misma altura. La del medio es la de mayor longitud, mientras que las dos de los extremos son menores. Además, cada banda tiene su propia configuración: la primera fila la conforman nueve arcos de medio punto doblados, la segunda arcos muy alargados, sencillos y enmarcados en alfiz, mientras que el piso superior corresponde a recuadros, también enmarcados.
El ábside presenta una decoración marcada por la sobriedad característica del románico de ladrillo con tres franjas que respetan el mismo eje vertical, si bien ninguna de ellas tiene la misma altura. La del medio es la de mayor longitud, mientras que las dos de los extremos son menores. Además, cada banda tiene su propia configuración: la primera fila la conforman nueve arcos de medio punto doblados, la segunda arcos muy alargados, sencillos y enmarcados en alfiz, mientras que el piso superior corresponde a recuadros, también enmarcados.
Además del ábside, San Juan ha recuperado su imagen románica mudéjar en el tramo recto, donde se presentan dos cuerpos con una sucesión de tres arcos de medio punto, doblados los del inferior y verdaderamente esbeltos los del superior.
Además del ábside, San Juan ha recuperado su imagen románica mudéjar en el tramo recto, donde se presentan dos cuerpos con una sucesión de tres arcos de medio punto, doblados los del inferior y verdaderamente esbeltos los del superior.
Se puede considerar a San Juan de Coca de Alba un templo típico de la arquitectura de repoblación en la zona. Obras rápidas y no demasiado costosas, aunque muy duraderas, que empleaban el ladrillo aprovechando los conocimientos de los albañiles mudéjares y que iban proliferando allí donde era necesario ante el asentamiento de las poblaciones.
Se puede considerar a San Juan de Coca de Alba un templo típico de la arquitectura de repoblación en la zona. Obras rápidas y no demasiado costosas, aunque muy duraderas, que empleaban el ladrillo aprovechando los conocimientos de los albañiles mudéjares y que iban proliferando allí donde era necesario ante el asentamiento de las poblaciones.
La advocación de la iglesia de Coca de Alba recoge una curiosa vulgarización parcial del episodio de martirio que habría sufrido el apóstol. Entre Sanctus Ioannes ante Portam Latinam y San Juan en la Puerta Latina, la tradición recoge así de forma híbrida este hecho que habría ocurrido en el año 94 dC, cuando un Juan ya anciano fue llamado por el emperador Domiciano ante una de las puertas de Roma (la que luego sería conocida como Puerta Latina) y ante su negativa a abjurar del cristianismo trató de torturarlo metiéndolo en un gran caldero con aceite hirviendo. El discípulo sobrevivió milagrosamente y fue desterrado a Patmos, donde habría escrito el Apocalipsis.
La advocación de la iglesia de Coca de Alba recoge una curiosa vulgarización parcial del episodio de martirio que habría sufrido el apóstol. Entre Sanctus Ioannes ante Portam Latinam y San Juan en la Puerta Latina, la tradición recoge así de forma híbrida este hecho que habría ocurrido en el año 94 dC, cuando un Juan ya anciano fue llamado por el emperador Domiciano ante una de las puertas de Roma (la que luego sería conocida como Puerta Latina) y ante su negativa a abjurar del cristianismo trató de torturarlo metiéndolo en un gran caldero con aceite hirviendo. El discípulo sobrevivió milagrosamente y fue desterrado a Patmos, donde habría escrito el Apocalipsis.
Como en la mayoría de iglesias de la zona, Turra vio alterada su fisonomía durante siglos al incorporarse distintas modificaciones, como la introducción de un retablo barroco que cubrió toda la fábrica de ladrillo y que en el año 1982 fue trasladado al muro norte.
El retablo cuenta con una pintura muy deteriorada del milagro de San Juan ante Portam Latinam, pero una particularmente valiosa talla de San Gregorio, del siglo XVI, procedente de una ermita desaparecida.
Como en la mayoría de iglesias de la zona, Turra vio alterada su fisonomía durante siglos al incorporarse distintas modificaciones, como la introducción de un retablo barroco que cubrió toda la fábrica de ladrillo y que en el año 1982 fue trasladado al muro norte.
El retablo cuenta con una pintura muy deteriorada del milagro de San Juan ante Portam Latinam, pero una particularmente valiosa talla de San Gregorio, del siglo XVI, procedente de una ermita desaparecida.
La Capilla del Santísimo ocupa el ábside rehecho del Evangelio. Donde nos encontramos un presbiterio en dos tramos, con arcos fajones y bóveda de cañón en ladrillo. El hemiciclo presenta muy poca profundidad y está dividido en dos pisos, en el inferior volvemos a ver los arcos trilobulados y a modo de separación una imposta de nacela y friso en esquinilla.
La imagen que preside la capilla es un magnifico crucificado gótico, de formas muy alargadas y que presenta la característica tipología de Y.
La Capilla del Santísimo ocupa el ábside rehecho del Evangelio. Donde nos encontramos un presbiterio en dos tramos, con arcos fajones y bóveda de cañón en ladrillo. El hemiciclo presenta muy poca profundidad y está dividido en dos pisos, en el inferior volvemos a ver los arcos trilobulados y a modo de separación una imposta de nacela y friso en esquinilla.
La imagen que preside la capilla es un magnifico crucificado gótico, de formas muy alargadas y que presenta la característica tipología de Y.
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
La iglesia de San Juan se cubrió originalmente con armadura de par y nudillo para la nave central y colgadizos para las naves laterales, si bien hay que tener en cuenta que sufrió numerosas modificaciones que fueron alterando la estructura original. Una de las más profundas fue la que sustituyó en el siglo XV la antigua arquería de ladrillo entre las naves por dos grandes arcos fajones de piedra. A ese momento debe corresponder también la realización de la techumbre mudéjar que nos ha llegado hasta hoy en un tramo reintegrado tras las restauración de 1957 en la parte más próxima al ábside de la epístola.
En el detalle se observa el trabajo de cuajado de madera en cinta y saetino, con decoración pictórica con motivos vegetales de estilo goticista y también una minuciosa cenefa de puntos negros sobre fondo blanco
La iglesia de San Juan se cubrió originalmente con armadura de par y nudillo para la nave central y colgadizos para las naves laterales, si bien hay que tener en cuenta que sufrió numerosas modificaciones que fueron alterando la estructura original. Una de las más profundas fue la que sustituyó en el siglo XV la antigua arquería de ladrillo entre las naves por dos grandes arcos fajones de piedra. A ese momento debe corresponder también la realización de la techumbre mudéjar que nos ha llegado hasta hoy en un tramo reintegrado tras las restauración de 1957 en la parte más próxima al ábside de la epístola.
En el detalle se observa el trabajo de cuajado de madera en cinta y saetino, con decoración pictórica con motivos vegetales de estilo goticista y también una minuciosa cenefa de puntos negros sobre fondo blanco
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Sepulcro de García Brochero y su mujer
Sepulcro de García Brochero y su mujer
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
La iglesia de San Juan cuenta con uno de los tesoros escultóricos románicos de Castilla y León. El apostolado que hoy ocupa el presbiterio fue realizado a comienzos del siglo XIII y aunque puede aparentar una Santa Cena, en realidad debió de ser creado como friso para una fachada exterior en una iglesia románica hoy desaparecida.
Jesús ocupa el centro de la composición como la imagen de mayor jerarquía. Presenta un báculo en una mano, como símbolo del Buen Pastor y un cetro rematado con flor de lis por su condición de Rey de reyes. Es la única imagen calzada. En cuanto al resto, no todas han podido ser identificadas con seguridad, aunque sí se distinguen claramente los atributos de San Pedro, con las llaves (sentado a la izquierda de Jesús) y a San Juan (sentado a la derecha), cuya barba no fue esculpida sino repintada posteriormente. También se puede identificar a Santiago (junto a San Juan) por las conchas de peregrino, y a San Pablo, sentando en el extremo derecho desde nuestra visión y que es el único personaje que no lleva un libro consigo. El conjunto está salpicado de detalles de labra suntuosa, en barbas entrelazadas, ricos tronos o pliegues en túnicas y ropas.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Entre las obras presentes en el muro del Evangelio, destaca este altar de la piedad, marcado por un altorrelieve obra de Juan de Montejo con el tema de la Presentación en el templo y que procede del desaparecido retablo mayor. Cobija el conjunto una venerada imagen de la Piedad, obra anónima del siglo XV que forma parte del patrimonio procesional de la Semana Santa albense.
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Enmarcado por unos relieves de Juan de Montejo reaprovechados de otras construcciones, se encuentra una de las grandes pinturas del siglo XVI. Este Cristo Atado a la Columna ha sido atribuido históricamente a Juan Vicente Masip en una obra bajo la marcada influencia de los modelos de Sebastiano del Piombo. Sin embargo, la espectacular evolución técnica en modelado y juego de luces experimentada por el autor en su teórica etapa de madurez lleva a muchos estudiosos a atribuir en un amplio conjunto de obras, entre ellas esta de Alba, una alta participación del talentoso hijo del artista, Juan de Juanes.
Altar de Cristo atado a la Columna
Altar de Cristo atado a la Columna
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Altar de Nuestra Señora de los Dolores
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Este espectacular calvario fue realizado en el siglo XIII en un momento de transición del tardorrománico al gótico, que puede notarse por las expresiones de dolor estereotipadas de esta época que presentan las imágenes de la Virgen María y de San Juan. El conjunto fue encontrado de forma fortuita durante unas obras en la iglesia de Santiago, donde había sido emparedado en la sacristía .
Sepulcro de Diego de la Carrera
Sepulcro de Diego de la Carrera
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Obra del siglo XV, procede de la desaparecida iglesia de San Miguel. Nos encontramos un interesante modelo sepulcral de gótico florido en arenisca, con arcos angrelados y abundante cardina. También destaca la escena de la piedad sobre la yacija y los motivos heráldicos de García Brochero y su mujer, Constanza Martínez, que se reparten por el conjunto.
Iglesia de San Miguel Arcángel – Nava de Sotrobal
Iglesia de San Miguel Arcángel – Nava de Sotrobal
El estado diverso al que han llegado hasta nuestros días las construcciones que tienen su origen en el románico-mudéjar de repoblación salmantino nos permite contar con un auténtico muestrario de añadidos, recuperaciones y estados intermedios. En el caso de San Miguel Arcángel en la Nava de Sotrobal nos encontramos un exterior que enmascara casi por completo su fábrica románica primitiva, aunque afortunadamente se pueden localizar muchas de sus huellas, y un interior en el que la disposición de una sola nave con ábside semicircular fue sustituida por una profunda reforma en el siglo XV con el añadido de una nave a la izquierda y un gran arco formero que al igual que en San Juan de Alba de Tormes crea una sensación de amplitud.
El estado diverso al que han llegado hasta nuestros días las construcciones que tienen su origen en el románico-mudéjar de repoblación salmantino nos permite contar con un auténtico muestrario de añadidos, recuperaciones y estados intermedios. En el caso de San Miguel Arcángel en la Nava de Sotrobal nos encontramos un exterior que enmascara casi por completo su fábrica románica primitiva, aunque afortunadamente se pueden localizar muchas de sus huellas, y un interior en el que la disposición de una sola nave con ábside semicircular fue sustituida por una profunda reforma en el siglo XV con el añadido de una nave a la izquierda y un gran arco formero que al igual que en San Juan de Alba de Tormes crea una sensación de amplitud.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencia del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX esta Theotokos estuvo situada en el pórtico del templo.
La imagen entronizada de María con el Niño es junto con el apostolado la otra gran joya del templo, y sin duda, de la misma procedencia. Presenta las mismas dimensiones que la Teofanía y muestra a María coronada, sujetando al Niño con la mano derecha y mostrando al fiel la izquierda. A pesar de su similitud estilística, no parece que esta imagen formara propiamente conjunto con la corte celestial hoy en el ábside mayor, al incluir la presencia del niño en el regazo. Se sabe que en el siglo XIX esta Theotokos estuvo situada en el pórtico del templo.
Como la mayoría de iglesias de la zona, San Juan fue alterada notablemente en épocas posteriores, con el habitual enlucimiento de los muros y otros añadidos de los que pudo recuperarse a partir de su declaración como monumento en 1986 y en este caso con la implicación directa de los vecinos de la localidad, que participaron activamente en su restauración.
Gracias a ello, hoy podemos admirar un recogido ábside con un delicado juego de luces y sombras. Está compuesto por dos cuerpos: el superior lo componen tres arcos doblados abiertos al exterior, muy peraltados, y el inferior siete arcos ciegos doblados. Separa ambos cuerpos un friso en esquinilla bajo nacela, el mismo juego que da paso a la bóveda de cuarto de esfera en la parte superior.
Como la mayoría de iglesias de la zona, San Juan fue alterada notablemente en épocas posteriores, con el habitual enlucimiento de los muros y otros añadidos de los que pudo recuperarse a partir de su declaración como monumento en 1986 y en este caso con la implicación directa de los vecinos de la localidad, que participaron activamente en su restauración.
Gracias a ello, hoy podemos admirar un recogido ábside con un delicado juego de luces y sombras. Está compuesto por dos cuerpos: el superior lo componen tres arcos doblados abiertos al exterior, muy peraltados, y el inferior siete arcos ciegos doblados. Separa ambos cuerpos un friso en esquinilla bajo nacela, el mismo juego que da paso a la bóveda de cuarto de esfera en la parte superior.
Iglesia de San Antonio - Galleguillos
Iglesia de San Antonio - Galleguillos
Galleguillos es una entidad local menor del municipio salmantino de Gajates, situada a apenas tres kilómetros del núcleo principal. Sin embargo, esta pedanía cuenta con otra de las joyas del románico-mudéjar, constituyendo el triángulo de honor junto con la iglesia de San Juan de Turra de Alba y la del mismo nombre en Alba de Tormes. En este caso, Galleguillos puede presumir de haber preservado más fielmente su estructura interior original, algo nada frecuente en la provincia de Salamanca, donde en los siglos XV y XVI la mayoría de estas iglesias sufrieron profundas alteraciones en busca, habitualmente, de espacios más diáfanos o bien de dar una mayor sensación de riqueza a las construcciones.
Galleguillos es una entidad local menor del municipio salmantino de Gajates, situada a apenas tres kilómetros del núcleo principal. Sin embargo, esta pedanía cuenta con otra de las joyas del románico-mudéjar, constituyendo el triángulo de honor junto con la iglesia de San Juan de Turra de Alba y la del mismo nombre en Alba de Tormes. En este caso, Galleguillos puede presumir de haber preservado más fielmente su estructura interior original, algo nada frecuente en la provincia de Salamanca, donde en los siglos XV y XVI la mayoría de estas iglesias sufrieron profundas alteraciones en busca, habitualmente, de espacios más diáfanos o bien de dar una mayor sensación de riqueza a las construcciones.
Para tratarse de una pequeña iglesia de planta única de 18 metros de largo por 7,20 en la parte de mayor anchura, San Juan cautiva por la expresión extraordinariamente esbelta que ofrece su ábside.
Conformado por un arco triunfal y dos fajones muy apuntados y doblados, con imposta de nacela, que ofrecen una atmósfera de especial recogimiento .
El tramo semicircular cuenta en su cuerpo intermedio con tres arcos de medio punto doblados que se corresponden con las saeteras. Los tres cuerpos del ábside están separados entre sí por dos frisos de ladrillos. En el caso del inferior, se ha practicado uno en esquinilla y otro a sardinel, mientras que al cuerpo superior da paso una fila de esquinilla y una imposta de nacela, que da continuidad al tramo recto.
Para tratarse de una pequeña iglesia de planta única de 18 metros de largo por 7,20 en la parte de mayor anchura, San Juan cautiva por la expresión extraordinariamente esbelta que ofrece su ábside.
Conformado por un arco triunfal y dos fajones muy apuntados y doblados, con imposta de nacela, que ofrecen una atmósfera de especial recogimiento .
El tramo semicircular cuenta en su cuerpo intermedio con tres arcos de medio punto doblados que se corresponden con las saeteras. Los tres cuerpos del ábside están separados entre sí por dos frisos de ladrillos. En el caso del inferior, se ha practicado uno en esquinilla y otro a sardinel, mientras que al cuerpo superior da paso una fila de esquinilla y una imposta de nacela, que da continuidad al tramo recto.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Durante la Edad Media se extendió en los municipios eminentemente rurales un intenso culto a Santa Bárbara, que se vio reforzado en el siglo XVI con la consideración de la mártir como uno los santos “auxiliadores” a la cristiandad. Su presencia como protectora contra tormentas y granizo era particularmente intensa en la comarca. La imagen de Galleguillos de la santa es de datación incierta, pero sí existen testimonios documentales de que fue estofada a mediados del siglo XVII.
Durante la Edad Media se extendió en los municipios eminentemente rurales un intenso culto a Santa Bárbara, que se vio reforzado en el siglo XVI con la consideración de la mártir como uno los santos “auxiliadores” a la cristiandad. Su presencia como protectora contra tormentas y granizo era particularmente intensa en la comarca. La imagen de Galleguillos de la santa es de datación incierta, pero sí existen testimonios documentales de que fue estofada a mediados del siglo XVII.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
San Antonio cuenta con valiosas tallas medievales. Algunas pueden ser incluso anteriores a la construcción del propio templo. Es el caso de esta Virgen y San Juan, con trazas de ser de comienzos del siglo XIII, que habrían formado parte de un calvario cuya imagen principal se encuentra hoy desaparecida. Estas y otras dos tallas románicas, fueron encontradas emparedadas en el derribo de la antigua sacristía.
San Antonio cuenta con valiosas tallas medievales. Algunas pueden ser incluso anteriores a la construcción del propio templo. Es el caso de esta Virgen y San Juan, con trazas de ser de comienzos del siglo XIII, que habrían formado parte de un calvario cuya imagen principal se encuentra hoy desaparecida. Estas y otras dos tallas románicas, fueron encontradas emparedadas en el derribo de la antigua sacristía.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La iglesia de San Juan cuenta con un bello tramo recto que precede al ábside, formado por tres filas de dos arcos. Todos son arcos doblados, aunque también se repite el ligero apuntamiento de los del tercer cuerpo. Además, notamos también la disposición entre los dos arcos superiores de los ladrillos de la enjuta en abanico.
La iglesia de San Juan cuenta con un bello tramo recto que precede al ábside, formado por tres filas de dos arcos. Todos son arcos doblados, aunque también se repite el ligero apuntamiento de los del tercer cuerpo. Además, notamos también la disposición entre los dos arcos superiores de los ladrillos de la enjuta en abanico.
Como en la mayoría de iglesias románico-mudéjar, el ábside de San Antonio fue cubierto por un retablo barroco. En este caso, se tiene constancia de la existencia de al menos dos, realizados ya en el siglo XVIII, aunque es posible que hubiera alguno anterior. Este hoy situado en el muro norte se realizó en 1769 y añadió en las hornacinas laterales las imágenes de San Gregorio y San Antonio flanqueando la talla de Nuestra Señora, seguramente realizada en 1728.
Como en la mayoría de iglesias románico-mudéjar, el ábside de San Antonio fue cubierto por un retablo barroco. En este caso, se tiene constancia de la existencia de al menos dos, realizados ya en el siglo XVIII, aunque es posible que hubiera alguno anterior. Este hoy situado en el muro norte se realizó en 1769 y añadió en las hornacinas laterales las imágenes de San Gregorio y San Antonio flanqueando la talla de Nuestra Señora, seguramente realizada en 1728.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
En el particular clima ascético de esta iglesia tiene un relevante papel el crucificado que pende del ábside. Aunque no hay documentos sobre su autoría y realización, debe de ser una pieza del siglo XV. Sí se sabe que antiguamente colgaba de una viga que atravesaba el tramo recto del presbiterio de lado a lado y que fue retirada por su deterioro e impacto visual.
En el particular clima ascético de esta iglesia tiene un relevante papel el crucificado que pende del ábside. Aunque no hay documentos sobre su autoría y realización, debe de ser una pieza del siglo XV. Sí se sabe que antiguamente colgaba de una viga que atravesaba el tramo recto del presbiterio de lado a lado y que fue retirada por su deterioro e impacto visual.
El acceso al templo se produce hoy a través de una recoleta portada en el lado sur, con arco apuntado de triple rosca e imposta de nacela, con remate a sardinel sobre el que se asienta un tejaroz. A pesar de su perfecto encaje con el conjunto, se trata de una reconstrucción moderna.
El acceso al templo se produce hoy a través de una recoleta portada en el lado sur, con arco apuntado de triple rosca e imposta de nacela, con remate a sardinel sobre el que se asienta un tejaroz. A pesar de su perfecto encaje con el conjunto, se trata de una reconstrucción moderna.
La fisonomía de San Juan viene marcada por una peculiar espadaña escalonada que, aunque construida en ladrillo similar al del resto de la edificación, no corresponde a la fábrica original y ha sido atribuida a una reforma realizada en el siglo XVII.
La fisonomía de San Juan viene marcada por una peculiar espadaña escalonada que, aunque construida en ladrillo similar al del resto de la edificación, no corresponde a la fábrica original y ha sido atribuida a una reforma realizada en el siglo XVII.
La parte más interesante de la iglesia y la mejor conservada en su tipología original. Está formado por tres filas de arcos que crean un bello efecto al romper la simetría vertical. Así, mientras los dos pisos superiores del tramo circular cuentan con siete arcos, el inferior únicamente cuenta con seis, creando de esta sencilla forma un gran efecto de movimiento.
Además, también se juega con la tipología de arcos, empleando en las dos filas inferiores arcos doblados de medio punto, mientras que en la fila superior son arcos ligeramente apuntados y enmarcados por falso alfiz.
La parte más interesante de la iglesia y la mejor conservada en su tipología original. Está formado por tres filas de arcos que crean un bello efecto al romper la simetría vertical. Así, mientras los dos pisos superiores del tramo circular cuentan con siete arcos, el inferior únicamente cuenta con seis, creando de esta sencilla forma un gran efecto de movimiento.
Además, también se juega con la tipología de arcos, empleando en las dos filas inferiores arcos doblados de medio punto, mientras que en la fila superior son arcos ligeramente apuntados y enmarcados por falso alfiz.
A diferencia del exterior, el interior del ábside presenta una total uniformidad, con las dos filas de siete arcos ciegos, todos doblados y también todos ellos de medio punto. En la fila superior, tres arcos se presentan abiertos al exterior mediante saetera.
Las dos hileras de arcos están separadas por la tradicional cornisa de nacela, pero sí resulta llamativa la disposición de los ladrillos en las enjutas en forma de abanico. No es exclusiva de esta iglesia, pero sí es poco frecuente. Es muy posible que el ábside contara con la característica bóveda de horno sobre las dos filas de arcos, pero con motivo del hundimiento de la cubierta en 1854 se rebajó la altura de toda la iglesia y se sustituyó por la falsa bóveda actual.
A diferencia del exterior, el interior del ábside presenta una total uniformidad, con las dos filas de siete arcos ciegos, todos doblados y también todos ellos de medio punto. En la fila superior, tres arcos se presentan abiertos al exterior mediante saetera.
Las dos hileras de arcos están separadas por la tradicional cornisa de nacela, pero sí resulta llamativa la disposición de los ladrillos en las enjutas en forma de abanico. No es exclusiva de esta iglesia, pero sí es poco frecuente. Es muy posible que el ábside contara con la característica bóveda de horno sobre las dos filas de arcos, pero con motivo del hundimiento de la cubierta en 1854 se rebajó la altura de toda la iglesia y se sustituyó por la falsa bóveda actual.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Es uno de los elementos más importantes del templo por su antigüedad. Situada hoy en el ábside, nos encontramos esta típica pila bautismal monolítica que seguramente proceda de los primeros momentos de la repoblación de Pedrosillo, a mediados del siglo XIII. Junto con la cabecera, el único testimonio original de aquellos tiempos.
Es uno de los elementos más importantes del templo por su antigüedad. Situada hoy en el ábside, nos encontramos esta típica pila bautismal monolítica que seguramente proceda de los primeros momentos de la repoblación de Pedrosillo, a mediados del siglo XIII. Junto con la cabecera, el único testimonio original de aquellos tiempos.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Una de las características del románico-mudéjar es su preferencia por los juegos de simetría y la repetición de determinados patrones. En la mayoría de las construcciones de los siglos XII y XIII nos encontramos marcados esquemas que se repiten. Sin embargo, en Pedrosillo de Alba no parece que exista un ajuste muy exacto a ninguna plantilla. Por un lado tenemos arcos de medio punto y arcos ligeramente apuntados en el cuerpo superior. Se podría pensar que esta es la simetría, ya que los dos de los extremos sí son de medio punto, pero tampoco hay uniformidad, ya que el del extremo derecho es doblado y el del extremo izquierdo es sencillo.
Una de las características del románico-mudéjar es su preferencia por los juegos de simetría y la repetición de determinados patrones. En la mayoría de las construcciones de los siglos XII y XIII nos encontramos marcados esquemas que se repiten. Sin embargo, en Pedrosillo de Alba no parece que exista un ajuste muy exacto a ninguna plantilla. Por un lado tenemos arcos de medio punto y arcos ligeramente apuntados en el cuerpo superior. Se podría pensar que esta es la simetría, ya que los dos de los extremos sí son de medio punto, pero tampoco hay uniformidad, ya que el del extremo derecho es doblado y el del extremo izquierdo es sencillo.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
De la construcción original, poco puede apreciarse en la nave sur, en la que se ha realizado un añadido que distorsiona por completo la imagen del templo, pero en el norte sí puede apreciarse la fisonomía que debió de tener el tramo recto, formado por dos alargados arcos de medio punto doblados que hoy aparecen enfoscados.
De la construcción original, poco puede apreciarse en la nave sur, en la que se ha realizado un añadido que distorsiona por completo la imagen del templo, pero en el norte sí puede apreciarse la fisonomía que debió de tener el tramo recto, formado por dos alargados arcos de medio punto doblados que hoy aparecen enfoscados.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El de Pedrosillo es un pequeño ábside semicircular, formado por dos filas de siete arcos de medio punto, aunque la marcada presencia de los machones verticales que sobresalen de forma escalonada reviste al conjunto de apariencia poligonal. Lo más lógico es que sobre las dos hiladas de arcos actuales hubiera una tercera, pero parece que nunca llegó a construirse y se remató con los paños de muro recto con distinto aparejo que el resto del ábside.
El de Pedrosillo es un pequeño ábside semicircular, formado por dos filas de siete arcos de medio punto, aunque la marcada presencia de los machones verticales que sobresalen de forma escalonada reviste al conjunto de apariencia poligonal. Lo más lógico es que sobre las dos hiladas de arcos actuales hubiera una tercera, pero parece que nunca llegó a construirse y se remató con los paños de muro recto con distinto aparejo que el resto del ábside.
Desde el siglo XVI hay constancia de intervenciones más o menos profundas en el templo. En esa época se sustituiría posiblemente la primitiva cubierta por un sistema abovedado que se hundió a mediados del siglo XIX. En ese momento, se reformó por completo la estructura interior, reforzando a cal y ladrillo el soporte de una sencilla cubierta a dos aguas. Hoy ofrece una curiosa perspectiva con esos cuatro arcos fajones que avanzan hacia los pies.
Desde el siglo XVI hay constancia de intervenciones más o menos profundas en el templo. En esa época se sustituiría posiblemente la primitiva cubierta por un sistema abovedado que se hundió a mediados del siglo XIX. En ese momento, se reformó por completo la estructura interior, reforzando a cal y ladrillo el soporte de una sencilla cubierta a dos aguas. Hoy ofrece una curiosa perspectiva con esos cuatro arcos fajones que avanzan hacia los pies.
Arco de ingreso y tramo recto
Arco de ingreso y tramo recto
Como otras iglesias románico-mudéjar, San Pedro ha recuperado parte de su aspecto original con la retirada de un retablo barroco que cubría el ábside. Un espacio al que ahora se accede a través de un llamativo arco de triunfo carpanel (rebajado en la reforma del siglo XIX) que precede a un tramo recto con dos grandes arcos a cada lado, los más próximos al ábside enmarcados a sardinel.
Como otras iglesias románico-mudéjar, San Pedro ha recuperado parte de su aspecto original con la retirada de un retablo barroco que cubría el ábside. Un espacio al que ahora se accede a través de un llamativo arco de triunfo carpanel (rebajado en la reforma del siglo XIX) que precede a un tramo recto con dos grandes arcos a cada lado, los más próximos al ábside enmarcados a sardinel.
A tan solo 10 kilómetros de Alba de Tormes, de la que toma parte de su nombre, Pedrosillo es una de las poblaciones rurales salmantinas asentadas tras la paz en el siglo XIII entre los reinos de León y Castilla. Así que a esa época debe pertenecer el origen de su pequeña iglesia románico-mudéjar de San Pedro. Un templo de apenas 20 metros de largo por ocho de ancho que ha llegado hasta hoy con numerosas intervenciones y modificaciones pero que afortunadamente ha podido recuperar parte de su fábrica original en el ábside.
A tan solo 10 kilómetros de Alba de Tormes, de la que toma parte de su nombre, Pedrosillo es una de las poblaciones rurales salmantinas asentadas tras la paz en el siglo XIII entre los reinos de León y Castilla. Así que a esa época debe pertenecer el origen de su pequeña iglesia románico-mudéjar de San Pedro. Un templo de apenas 20 metros de largo por ocho de ancho que ha llegado hasta hoy con numerosas intervenciones y modificaciones pero que afortunadamente ha podido recuperar parte de su fábrica original en el ábside.
Iglesia de San Pedro - Pedrosillo de Alba
Iglesia de San Pedro - Pedrosillo de Alba
DIPUTACIÓN DE SALAMANCA
Ruta del Mudéjar
DIPUTACIÓN DE SALAMANCA
Ruta del Mudéjar
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
La capilla mayor de San Gervasio y San Protasio está presidida por la impresionante imagen del Crucificado realizado seguramente a finales del siglo XVI. Sin duda, sigue el camino abierto por el Cristo de la Salud de Alba de Tormes y, de hecho, su procedencia es la misma, ya que llegó a esta iglesia desde el convento albense de San Leonardo. De allí también llegó el Ecce Homo que ocupa una hornacina en el muro norte, igualmente muy buena talla.
La capilla mayor de San Gervasio y San Protasio está presidida por la impresionante imagen del Crucificado realizado seguramente a finales del siglo XVI. Sin duda, sigue el camino abierto por el Cristo de la Salud de Alba de Tormes y, de hecho, su procedencia es la misma, ya que llegó a esta iglesia desde el convento albense de San Leonardo. De allí también llegó el Ecce Homo que ocupa una hornacina en el muro norte, igualmente muy buena talla.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Algunas voces aseguran que la existencia de ciertos vestigios aquí y allá podría hacer suponer que el templo construido en ladrillo permanece oculto tras los actuales muros de mampostería, aunque tanto en el alzado como en la planta quedan claras muchas modificaciones posteriores. Así, por ejemplo, tenemos la serie de arcos de piedra y ladrillo, de datación incierta localizados junto al acceso al campanario, antiguamente ocultos por la tribuna.
Algunas voces aseguran que la existencia de ciertos vestigios aquí y allá podría hacer suponer que el templo construido en ladrillo permanece oculto tras los actuales muros de mampostería, aunque tanto en el alzado como en la planta quedan claras muchas modificaciones posteriores. Así, por ejemplo, tenemos la serie de arcos de piedra y ladrillo, de datación incierta localizados junto al acceso al campanario, antiguamente ocultos por la tribuna.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
El traslado del antiguo retablo de Peñarandilla permite volver a disfrutar con el juego de simetrías, espacios y vanos que crea el románico-mudéjar en sus ábsides. En este caso, encontramos un primer piso con nueve arcos ciegos, sobre el que se asienta un friso en esquinilla y otro en nacela y sobre él tres arcos doblados que aportan la luz del exterior. Sobre ellos, se repite el mismo esquema para dar paso a la bóveda de cuarto de esfera.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Galleguillos es uno de los ejemplos más tardíos de románico-mudéjar y seguramente ya abandonó la estructura tipo en las construcciones rurales de Salamanca (nave sencilla y remate en ábside) para construir un templo con un solo ábside pero con tres naves, una de ellas desaparecida en la actualidad. Esta es la tesis más probable para expertos como María Riansares Prieto Paniagua, que considera que en algún momento San Antonio sufrió una importante ruina que habría conllevado numerosas pérdidas en la fábrica original. Esta tesis podría sostenerse con el emplazamiento de la espadaña campanario, que aunque es obra más reciente, se emplazaría en el mismo lugar que otra anterior.
Los patrones del templo y de Sieteiglesias son Gervasio y Protasio, dos hermanos milaneses mártires e hijos de mártires. La tradición asegura que al saber que sus padres fueron asesinados durante las persecuciones a los cristianos en el siglo III, vendieron todos sus bienes y los dedicaron a los pobres, mientras que ellos se retiraron a la vida contemplativa. Sin embargo, diez años después fueron denunciados por profesar el cristianismo y torturados hasta morir (decapitado uno, a golpes el otro). Sus restos fueron localizados en una excavación en el año 386 ordenada por San Ambrosio y sus reliquias se veneran desde entonces en la Basílica de San Ambrosio de Milán. Su fiesta se celebra en el mes de junio y en Sieteiglesias ha generado la curiosa tradición de los Guinderos, en la que los vecinos comen frutos rojos en honor a los patrones.
Los patrones del templo y de Sieteiglesias son Gervasio y Protasio, dos hermanos milaneses mártires e hijos de mártires. La tradición asegura que al saber que sus padres fueron asesinados durante las persecuciones a los cristianos en el siglo III, vendieron todos sus bienes y los dedicaron a los pobres, mientras que ellos se retiraron a la vida contemplativa. Sin embargo, diez años después fueron denunciados por profesar el cristianismo y torturados hasta morir (decapitado uno, a golpes el otro). Sus restos fueron localizados en una excavación en el año 386 ordenada por San Ambrosio y sus reliquias se veneran desde entonces en la Basílica de San Ambrosio de Milán. Su fiesta se celebra en el mes de junio y en Sieteiglesias ha generado la curiosa tradición de los Guinderos, en la que los vecinos comen frutos rojos en honor a los patrones.
San Gervasio y San Protasio
San Gervasio y San Protasio
Lo más interesante de este elemento vuelve a ser la combinación de la piedra con el ladrillo. En la configuración actual, que no tiene por qué ser la original, se reserva para la piedra la parte baja de la portada. Sin embargo sí parece claro que, al igual por ejemplo de lo que ocurre en San Juan de Alba de Tormes, se utilizó premeditadamente la piedra para dar mayor relevancia a los capiteles.
Son dos piezas claramente románicas, con cimacio y con una decoración que hoy nos resulta extremadamente misteriosa.
El de la derecha presenta motivos vegetales que llegan a simular una voluta, mientras que el de la izquierda resulta más llamativo al presentar una curiosa escena de lo que aparenta ser un ave, algo antropomorfa, separada de un hombre por una palmera labrada.
Lo más interesante de este elemento vuelve a ser la combinación de la piedra con el ladrillo. En la configuración actual, que no tiene por qué ser la original, se reserva para la piedra la parte baja de la portada. Sin embargo sí parece claro que, al igual por ejemplo de lo que ocurre en San Juan de Alba de Tormes, se utilizó premeditadamente la piedra para dar mayor relevancia a los capiteles.
Son dos piezas claramente románicas, con cimacio y con una decoración que hoy nos resulta extremadamente misteriosa.
El de la derecha presenta motivos vegetales que llegan a simular una voluta, mientras que el de la izquierda resulta más llamativo al presentar una curiosa escena de lo que aparenta ser un ave, algo antropomorfa, separada de un hombre por una palmera labrada.
Aparentemente el ábside ha perdido por completo la tipología románica original, aunque entre la mampostería se adivinan algunos arcos que podrían tener su origen en la primitiva cabecera del siglo XII. Es muy complicado realizar alguna interpretación en este sentido, ya que de ser así estaríamos además ante un ábside poligonal, que aunque no es excepcional en el románico del tercio norte (Coruña del Conde, por ejemplo), sí es muy atípico. El actual arco de gloria podría respetar el trazado original.
Aparentemente el ábside ha perdido por completo la tipología románica original, aunque entre la mampostería se adivinan algunos arcos que podrían tener su origen en la primitiva cabecera del siglo XII. Es muy complicado realizar alguna interpretación en este sentido, ya que de ser así estaríamos además ante un ábside poligonal, que aunque no es excepcional en el románico del tercio norte (Coruña del Conde, por ejemplo), sí es muy atípico. El actual arco de gloria podría respetar el trazado original.
Río arriba de Alba de Tormes se encuentra Sieteiglesias de Tormes. Estamos al pie de la antigua calzada entre Alba y Béjar y junto al ferrocarril de la Plata, ya cerrado. Es un pequeño municipio que sufrió distintos avatares durante la repoblación iniciada por Alfonso VI y que paso de estar incluido en el fuero de Alba a ser patrimonio del Convento de San Leonardo o tierras de heredad nobiliaria. Evolución a la que hay que sumar la brutal destrucción de la ocupación francesa que incluso modificaría el lugar en el que se asienta el caserío. Consecuencia de la suma de todos estos avatares es la iglesia de San Gervasio y San Protasio, una bella construcción originaria del siglo XII, aunque muy alterada con el devenir de los siglos.
Río arriba de Alba de Tormes se encuentra Sieteiglesias de Tormes. Estamos al pie de la antigua calzada entre Alba y Béjar y junto al ferrocarril de la Plata, ya cerrado. Es un pequeño municipio que sufrió distintos avatares durante la repoblación iniciada por Alfonso VI y que paso de estar incluido en el fuero de Alba a ser patrimonio del Convento de San Leonardo o tierras de heredad nobiliaria. Evolución a la que hay que sumar la brutal destrucción de la ocupación francesa que incluso modificaría el lugar en el que se asienta el caserío. Consecuencia de la suma de todos estos avatares es la iglesia de San Gervasio y San Protasio, una bella construcción originaria del siglo XII, aunque muy alterada con el devenir de los siglos.
Iglesia de San Gervasio y San Protasio - Sieteiglesias
Iglesia de San Gervasio y San Protasio - Sieteiglesias
Como curiosidad, podemos recoger el estudio realizado por José María Domínguez Moreno y Delfín Pérez Hernández sobre las campanas existentes en la comarca de Alba que ha identificado las tres campanas de Sieteiglesias de Tormes.
La más antigua es la que se encuentra en la espadaña, una campanilla que tiene en sus moldes la fecha 1579. Pesa 17 kilos y recibe el nombre de María.
Las dos inferiores son San Gervasio y San Protasio, con 113 kilos realizada en 1656. Finalmente, la bautizada como Jesús, María y José es la más pesada, con 182 kilos y ya fundida en 1791. Es posible que cada una de estas campanas nos hable de alguna intervención de peso en el templo.
Como curiosidad, podemos recoger el estudio realizado por José María Domínguez Moreno y Delfín Pérez Hernández sobre las campanas existentes en la comarca de Alba que ha identificado las tres campanas de Sieteiglesias de Tormes.
La más antigua es la que se encuentra en la espadaña, una campanilla que tiene en sus moldes la fecha 1579. Pesa 17 kilos y recibe el nombre de María.
Las dos inferiores son San Gervasio y San Protasio, con 113 kilos realizada en 1656. Finalmente, la bautizada como Jesús, María y José es la más pesada, con 182 kilos y ya fundida en 1791. Es posible que cada una de estas campanas nos hable de alguna intervención de peso en el templo.
La torre de Sieteiglesias de Tormes presenta tres cuerpos y remate de espadaña. La observación de este campanario ofrece alguna duda sobre la posibilidad de que en la parte más baja se encuentren restos de una primitiva fábrica románica. Los cuerpos superiores son obra ya posterior, del siglo XVI y posteriores.
La torre de Sieteiglesias de Tormes presenta tres cuerpos y remate de espadaña. La observación de este campanario ofrece alguna duda sobre la posibilidad de que en la parte más baja se encuentren restos de una primitiva fábrica románica. Los cuerpos superiores son obra ya posterior, del siglo XVI y posteriores.
La auténtica joya del templo la representa la portada meridional, tapiada parcialmente, que comunicaba la única nave de la iglesia con el cementerio. Al exterior, únicamente vemos un arco de medio punto doblado, enmarcado en una suerte de alfiz realizado con ladrillos a sardinel. Es tal la presión de las construcciones posteriores, que es imposible determinar mucho más sobre los restos originales románicos.
La auténtica joya del templo la representa la portada meridional, tapiada parcialmente, que comunicaba la única nave de la iglesia con el cementerio. Al exterior, únicamente vemos un arco de medio punto doblado, enmarcado en una suerte de alfiz realizado con ladrillos a sardinel. Es tal la presión de las construcciones posteriores, que es imposible determinar mucho más sobre los restos originales románicos.
Aunque es posible contemplar los restos de esta portada meridional desde el exterior, es desde el interior de la iglesia donde tenemos una mejor perspectiva para acercarnos a uno de los elementos más emblemáticos de San Gervasio y San Protasio. Su tipología nos habla de una portada construida a mediados del siglo XII con arco de medio punto doblado y con el remate del característico friso en esquinilla.
Aunque es posible contemplar los restos de esta portada meridional desde el exterior, es desde el interior de la iglesia donde tenemos una mejor perspectiva para acercarnos a uno de los elementos más emblemáticos de San Gervasio y San Protasio. Su tipología nos habla de una portada construida a mediados del siglo XII con arco de medio punto doblado y con el remate del característico friso en esquinilla.